
La investigación sobre Erick Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, revela no solo su liderazgo en Los Injertos del Cono Norte, sino el manejo de una red de extorsión y sicariato que le habría permitido obtener S/ 20 millones. Detalles de su captura en Paraguay exponen intentos de soborno, estrategias de fuga y su temor a la extradición.
Según informó el comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), Víctor Zanabria, se logró trazar el flujo de dinero que “El Monstruo” obtuvo durante años al frente de la organización Los Injertos del Cono Norte. La estructura utilizaba la extorsión y la ejecución de sicariato como principales fuentes de ingresos, llegando a captar cerca de 20 millones de soles de manera ilícita.
La estrategia de la policía consistió en rastrear estos fondos y presionar sus canales familiares y cercanos, debilitando a su círculo de soporte y cortando su acceso a nuevas fuentes.

Durante el operativo de captura en una vivienda alquilada en la zona de “Ciudad Universitaria”, en San Lorenzo, Paraguay, la colaboración entre unidades de inteligencia de Perú y Paraguay resultó clave. Moreno Hernández había desarrollado rutinas de cambio permanente de residencia: cada 45 días abandonaba un domicilio distinto para evitar ser detectado y alternó su estadía en Brasil, Bolivia y Paraguay durante los últimos meses de su fuga.
Al quedar cercado, “El Monstruo” ofreció un millón de dólares estadounidenses para que no se materializara su captura. El jefe de investigación de la Policía de Paraguay, Hugo Grance, detalló que, al momento de la intervención, el detenido intentó sobornar a los agentes prometiendo conseguir el dinero fácilmente. Aunque afirmó no tenerlo físicamente disponible, señaló que podía obtenerlo “con una sola llamada”. Los oficiales rechazaron el ofrecimiento y procedieron a la detención formal.
Tras ese momento, Moreno Hernández no opuso resistencia ni actitud desafiante. Según su presentación pública y los informes periodísticos, fue descrito como un joven de apariencia modesta, que vivía en condiciones precarias y buscaba pasar desapercibido en barrios donde los vecinos desconocían quién era realmente.
Declara que está gravemente enfermo

El periodista Iván Leguizamón, de ABC TV Paraguay, informó que el cabecilla criminal declaró ante la justicia del país que padece una enfermedad grave. Moreno Hernández aseguró vivir con un solo pulmón, sufrir asma severa, y manifestó que no podría soportar el encierro en una prisión. Solicitó no ser extraditado al Perú, alegando temores por su vida y mencionando que podría ser victimado en prisión por otras bandas criminales o agentes policiales a los que alguna vez estuvo vinculado.
Durante la detención no se encontraron armas en su poder: el sujeto estaba viendo televisión y fue rodeado por un amplio despliegue policial compuesto por al menos cincuenta agentes, según las autoridades paraguayas. Se supo que será trasladado al penal de máxima seguridad Martín Mendoza, en Emboscada, a la espera de resoluciones judiciales que dictaminen su destino final.
El operativo cerró varias aristas abiertas en el caso de “El Monstruo”: se desactivó su red de soporte, se trazó el primer rastro real de los S/ 20 millones amasados y se neutralizó la principal célula de poder del grupo Los Injertos del Cono Norte. Moreno Hernández, en cada paso de su fuga, evitaba levantar sospechas y, según confirmaron varias fuentes, nunca permaneció más de seis semanas en el mismo recinto, estrategia que dificultó los trabajos de seguimiento y localización.
El expediente incluye el análisis de transferencias, la interceptación de comunicaciones y testimonios de su entorno familiar y criminal, piezas que armaron el perfil de uno de los líderes de crimen organizado más buscados del país en los últimos años.