“Es difícil ser un vago, o sea, no hago nada, qué aburrido”, confesó el actor peruano Santiago Suárez, al describir el giro que ha dado su vida desde que una denuncia de abuso sexual presentada en octubre de 2024 lo dejó sin trabajo y sin el respaldo de muchos de sus amigos.
En ‘Habla Chino’, Suárez relató las dificultades que enfrenta para reinsertarse en el mundo laboral y reconstruir su vida cotidiana, mientras el proceso judicial en su contra sigue su curso en Lima.
El impacto de la denuncia en la vida laboral de Santiago Suárez
La denuncia, interpuesta por una joven ciudadana estadounidense que llegó al Perú como voluntaria del Cuerpo de Paz, marcó un antes y un después en la carrera de Suárez. El actor reconoció que “muchas puertas se le han cerrado en el mundo actoral”, lo que lo llevó a buscar alternativas fuera de su profesión.
“He hecho de todo... nunca me he avergonzado de trabajar”, afirmó en diálogo con Aldo Miyashiro, detallando que ha trabajado como vendedor en un home center, mesero en una pizzería y animador de eventos. “Siempre he estado en cosas, siempre he estado en proyectos, siempre chambeando desde muy pequeño y es difícil ser un vago”, insistió en la entrevista con Miyashiro.
La situación económica de Suárez se ha visto afectada. Como relató el actor, la falta de ingresos lo llevó a vender su automóvil y alquilar su departamento para poder subsistir. “Ya son varios meses en los que no tengo ningún tipo de ingresos. Mi familia depende de mí”, explicó.
Además, el actor admitió que ha recurrido a sus redes de contactos y amigos en busca de oportunidades laborales, aunque reconoce que algunos se han alejado. “Muchos amigos, muchos colegas me dieron la espalda, pero no soy nadie para juzgarlo”, declaró.
A pesar de las dificultades, Suárez ha intentado mantener una actitud proactiva. “A veces me levanto motivado, muevo redes sociales, busco a contactos, ya los tengo cansados. Les digo: ‘Hermanos, si hay chamba, pásenme la voz’”, relató. El actor subrayó que, aunque la situación lo ha obligado a reinventarse, no siente vergüenza por los trabajos que ha realizado fuera del ámbito artístico.
“Vergüenza no tengo, jamás. He hecho horas locas, sancos, he trabajado en home center como vendedor, he sido mesero en una cadena de pizzería y se gana con las propinas y recursos yo tengo, pero a veces es difícil por la situación en que ando, en que la gente te dé la mano, igual yo sigo adelante”, señaló.
El proceso judicial y la lucha por la inocencia
El proceso legal contra Suárez, que se originó tras la denuncia de la joven estadounidense por hechos ocurridos en Miraflores, continúa en curso. El actor ha reiterado en varias ocasiones su inocencia: “Soy totalmente inocente y las pruebas están”, sostuvo en entrevistas con ambos medios.
El caso, que se hizo público a través del programa ‘Magaly TV, La Firme’, ha atravesado distintas etapas. En una primera instancia el fallo fue favorable para Suárez y su defensa, pero la parte denunciante apeló, lo que ha prolongado el proceso.
En conversación con ‘América Hoy’, Suárez explicó que el proceso judicial tiene una duración estimada de entre 90 y 120 días, aunque la apelación ha extendido los plazos. “Estamos en lo último, esperando los resultados de unas declaraciones que tenemos de unos testigos. El resultado va a hablar por sí solo”, afirmó.
El actor también manifestó su deseo de que el caso concluya pronto para poder retomar su vida profesional y personal: “Ya quiero que esto acabe, ya son varios meses en los que no tengo ningún tipo de ingresos”.
La defensa de la denunciante, por su parte, ha mantenido reserva sobre el caso. En un mensaje enviado al programa ‘América Hoy’, la abogada de la joven señaló: “Nuestra defensa mantiene su posición de no brindar declaraciones, precisamente porque se trata de una investigación en curso sobre hechos graves, lo cual por su propia naturaleza reviste carácter reservado”.
Más allá de las consecuencias laborales y judiciales, Suárez ha reconocido el impacto emocional y familiar que ha tenido la denuncia. “Es un tema sumamente delicado, en el que está en riesgo tu libertad, y tu libertad no tiene precio. Es ahí donde empieza a jugar tu sistema nervioso. No duermes, entras en depresión, infinidad de cosas”, relató a Miyashiro.
El apoyo de su familia ha sido fundamental para sobrellevar la crisis. “Gracias a Dios tuve a la familia ahí sosteniéndome. Hoy ya estoy mucho mejor, esperando que todo acabe pronto para poder retomar ya el 100% de mis labores”, declaró.
Suárez también destacó que esta etapa lo ha obligado a reflexionar sobre sus responsabilidades y a madurar. “Ya no soy el Santiago de los 16 o 20 años, estoy en otra etapa de mi vida, con responsabilidades más grandes”, expresó.
A pesar de las adversidades, el actor ha intentado mantener la calma y la paciencia. “Me hubiese encantado si hubiese acabado más pronto, pero no está en mis manos. Y si no está, en vano es estresarme. Día a día pensar en esto ya agota un poco”, reconoció.
