Apenas se presentó ante la justicia estadounidense, Sergio Alberto Barco Mercado, un peruano de 28 años, fue arrestado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos tras acudir a una cita por su pedido de asilo.
La detención ocurrió hace casi un mes, en medio de un proceso migratorio, y expuso el riesgo de deportación para este migrante que había huido de Perú a causa de amenazas de extorsionadores, según reportó Latina.
Barco Mercado decidió dejar su país hace tres años junto a su familia por miedo a las amenazas que recibía. Vendió todos sus bienes en busca de seguridad y comenzó una nueva vida en Estados Unidos.

Según el testimonio de su madre, Mariela Mercado, recogido por Latina, “él solo ha ido para tener una mejor vida. No hay un país para estar detenido, pa’ que le traten así. Pero también tuvo el temor de que le pasara algo acá”.
La detención ocurrió cuando Barco Mercado asistía, como parte de su obligación legal, a una audiencia relacionada con su solicitud de asilo. En ese momento, agentes del ICE lo retuvieron de forma inmediata dentro del edificio del tribunal.
“No puede hablar mucho el inglés, pero lo que pasa es de que él quiso salir al baño y los de ICE lo agarraron entre varios y se lo quisieron llevar automáticamente esposado, sin haber tenido todavía su corte”, relató uno de sus familiares a Latina.

Esta actuación de las autoridades migratorias estadounidenses fue cuestionada por organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes.
El caso ha conmocionado a la familia de Barco Mercado, sobre todo porque, de acuerdo con lo revelado por Latina, no existía acusación ni antecedente penal alguno en su contra.
“Él no ha cometido ningún delito. Siempre él ha trabajado, incluso ha tenido dos trabajos para poder solventar los gastos que se requiere de una familia”, expresó un familiar. Barco Mercado había gestionado su permiso de trabajo con el propósito de aportar económicamente y regularizar su estadía.

El contexto familiar añade preocupación a la situación. Rosario, esposa de Barco Mercado y madre de dos niños de cuatro meses y seis años, no ha acudido al Consulado de Perú en Nueva York. Su temor a ser arrestada y a enfrentar un panorama similar mantiene a toda la familia en vilo. “Ella trabaja hasta las doce de la noche porque son dos bebés que tiene”, detalló un allegado a Latina.
La atención de organizaciones civiles no se ha limitado únicamente a su detención. Barco Mercado, junto con una asociación, denunció ante la prensa las condiciones de hacinamiento y trato que recibían los migrantes en el centro de detención de veintiséis Federal Plaza en Nueva York. Latina confirmó que esas quejas motivaron su traslado a otra celda tras la presión colectiva.
En tanto, la familia sigue a la espera de que el proceso judicial defina el futuro de Barco Mercado. “Yo voy a esperar hasta lo que diga el juez, qué es lo que va a pasar con él. Que yo voy, también me pueden agarrar a mí”, expresó su pareja.
La próxima audiencia judicial se fijó para el 14 de octubre, indicaron fuentes familiares a Latina. La incertidumbre sobre si Sergio podrá acompañar el resto del procedimiento migratorio en libertad mantiene la expectativa. La posibilidad de deportación preocupa tanto a su entorno directo como a asociaciones que siguen de cerca este tipo de procedimientos.
El equipo periodístico de Latina intentó obtener la postura de la Cancillería de Perú en relación con el caso y el acompañamiento consular a sus compatriotas detenidos en Estados Unidos. La dependencia declaró que sus funcionarios se encuentran actualmente enfocados en actividades vinculadas con la visita de la presidenta peruana a ese país, por lo que no emitieron una declaración adicional sobre el caso de Sergio Barco Mercado.
“Pedimos una entrevista en la Cancillería para saber la situación de nuestros compatriotas detenidos en Estados Unidos, pero señalaron que los funcionarios están abocados a las actividades de la Presidenta en dicho país”, indicó Latina en su informe.
Hasta que no resuelva su situación migratoria ni obtenga la decisión judicial, la familia de Sergio Barco Mercado permanece dividida y temerosa, aguardando una resolución que podría significar el retorno forzado a un país del que partieron para escapar de la violencia y las extorsiones.



