La ciudad de Chimbote quedó conmocionada por la muerte de Edgar Junior Ponce Suyón, un estudiante de 16 años del colegio Innova Schools, quien falleció en el hospital La Caleta tras sufrir una brutal golpiza en el asentamiento humano San Miguel, en el distrito de Nuevo Chimbote.
El menor, que además llevaba cursos de inglés en el instituto ICPNA, había salido a dejar a una amiga hasta su vivienda cuando fue retenido por un grupo de personas que lo acusó de intentar robar una motocicleta. Entre gritos de “ratero”, varios vecinos lo golpearon hasta dejarlo inconsciente. Pese a que la Policía Nacional del Perú (PNP) llegó a intervenir y lo trasladó de emergencia, el joven no resistió la gravedad de las lesiones.
Detenidos con antecedentes
En medio de la indignación, la Policía confirmó la detención de Diego Armando Díaz Joya (29) y Yeferson Alexis Orbegoso Joya (25), primos que cuentan con antecedentes por delitos relacionados con drogas y que ahora enfrentan una investigación por homicidio. De acuerdo a un acta policial del 2020, ambos ya habían sido intervenidos en una operación realizada en Nuevo Chimbote, cuando fueron interceptados en un mototaxi junto a otras personas vinculadas al presunto delito de seguridad pública.
Inicialmente, los detenidos alegaron que el escolar había intentado sustraer un vehículo, pero luego cambiaron su versión y aseguraron que lanzó piedras contra una moto. La Fiscalía y la Región Policial Áncash ya anunciaron que revisarán las cámaras de seguridad de la zona para esclarecer lo ocurrido y determinar responsabilidades.
Mientras tanto, en la vivienda familiar ubicada en la urbanización Mariscal Luzuriaga, se realizó el velorio del adolescente en medio de escenas de profundo dolor. Familiares y compañeros de estudios lo recuerdan como un joven alegre y estudioso, y niegan categóricamente las acusaciones de robo. “Junior no necesitaba robar, sus padres lo apoyaban en todo. Solo fue a dejar a una amiga”, expresó entre lágrimas una tía del menor, quien era hijo único.
La tragedia ha generado un fuerte pronunciamiento de la comunidad educativa del joven. El director de Innova Schools, Wilson Cuadrao Lozano, expresó su pesar y pidió una sanción ejemplar para los responsables: “Nos unimos al dolor de la familia. Lo sucedido debe esclarecerse y no quedar impune”. Asimismo, la institución anunció que brindará apoyo socioemocional a los compañeros de aula del escolar.
Defensoría del Pueblo exige acciones inmediatas tras amenaza de tiroteo en colegio de Chimbote
La Defensoría del Pueblo confirmó que inició un seguimiento inmediato tras el hallazgo de un mensaje en los baños de un colegio de Nuevo Chimbote, donde se advertía que el lunes 8 de septiembre habría un tiroteo en el plantel. Ante la alarma generada entre padres y alumnos, la entidad informó que coordinó de manera directa con la Policía Nacional del Perú (PNP), la cual dispuso medidas de seguridad en la zona y asumió la investigación para identificar a los responsables. Además, exhortó a la UGEL y a la institución educativa a evaluar el pase temporal a la modalidad virtual como medida de prevención.
En un comunicado difundido en sus canales oficiales, la Defensoría remarcó que se requiere celeridad para esclarecer la amenaza y proteger la vida e integridad de los estudiantes. “Exigimos celeridad en la investigación para proteger la vida e integridad de niñas, niños y adolescentes. Condenamos estos actos y reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de sus derechos”, señaló la institución, dejando en claro que la protección de la comunidad escolar debe ser una prioridad. Asimismo, aseguró que mantendrá un monitoreo constante de las acciones adoptadas tanto por la Policía como por las autoridades educativas.
La entidad recordó que no se trata de un hecho aislado, ya que este año también se registraron mensajes amenazantes en planteles de Lima y Trujillo, que obligaron a suspender las clases de manera preventiva y a reforzar los controles de ingreso en las instituciones. En ese contexto, la Defensoría advirtió que la situación en Chimbote requiere la misma atención, pues la difusión de este tipo de mensajes provoca miedo colectivo entre los padres de familia y genera incertidumbre sobre la seguridad escolar, lo que lleva a muchos a optar por no enviar a sus hijos a clases hasta tener garantías plenas.
