Cada año, la Luna ofrece su particular espectáculo, siendo los eclipses lunares uno de los fenómenos más impactantes. Durante estos eventos, el satélite se tiñe de rojo y se convierte en la llamada “Luna de Sangre”. Más allá de su apariencia, estos fenómenos resultan valiosos para científicos y entusiastas, pues les permiten observar y analizar el cosmos de forma directa.
En un eclipse lunar, la Tierra se sitúa entre el Sol y la Luna, proyectando una sombra que altera el brillo habitual del satélite. Según la alineación, la Luna puede quedar completamente oscura o mostrar solo una parte cubierta. El juego de luces y sombras genera un espectáculo que cautiva a quienes desean entender y admirar la astronomía.
En Perú, estos fenómenos representan ocasiones únicas para observar el cielo estrellado. El próximo eclipse parcial brindará a los peruanos la posibilidad de apreciar cómo la Luna pierde su luz de manera progresiva, recordando la compleja interacción entre nuestro planeta y su satélite. Se trata de un evento breve, pero capaz de dejar huella en quienes contemplen la bóveda celeste.
¿Cuándo será el próximo eclipse lunar visible en Perú?
El eclipse total lunar del 7 de septiembre no pudo verse desde Perú, concentrándose su visibilidad en Asia. No obstante, de acuerdo con la Agencia Espacial del Perú (Conida), entre el 27 y 28 de agosto de 2026 los peruanos podrán disfrutar de un eclipse parcial de Luna. En esta ocasión, la sombra terrestre cubrirá solo una sección del satélite, generando un efecto visual gradual.
Está previsto que el eclipse parcial comience a las 20:23 (hora peruana) del 27 de agosto y finalice a las 02:01 del 28 de agosto. La NASA indica que también será visible en el Pacífico Oriental, América, Europa y África, extendiendo la experiencia a escala internacional y permitiendo que la observación en Perú forme parte de un fenómeno global.
El tres de marzo de 2026 se producirá un eclipse total lunar, apreciable principalmente en las Américas y con menor magnitud en Perú. Según la NASA, la Luna de Sangre no regresará plenamente al continente hasta el año 2048, lo que transforma cada evento astronómico en una oportunidad singular para los observadores.
¿Qué es un eclipse lunar parcial y cómo verlo?
Un eclipse lunar ocurre en luna llena, momento en que el Sol, la Tierra y la Luna se alinean. Cuando dicha alineación es imperfecta, se genera un eclipse lunar parcial y solo una parte del disco atraviesa la umbra terrestre. Así, se produce un oscurecimiento progresivo y reversible que destaca el contraste entre zonas luminosas y oscuras en la superficie lunar.
Estos fenómenos pueden manifestarse entre cuatro y siete veces al año, en función de la inclinación de la órbita lunar respecto a la Tierra. Dicha inclinación impide que los eclipses sean mensuales, con lo cual cada aparición resulta excepcional y predecible previamente.
A diferencia de los eclipses solares, los lunares ofrecen la ventaja de ser seguros para la observación directa. Sin embargo, quienes deseen captar detalles más definidos pueden usar binoculares o un telescopio de bajo aumento, herramientas recomendadas para abarcar la totalidad del disco lunar durante el eclipse. Mario Zegarra Valles, asistente de investigación de Conida, señaló que este método potencia la experiencia de seguimiento del fenómeno.
¿Por qué los eclipses lunares son clave para la investigación espacial?
Los eclipses lunares despiertan admiración por su belleza, y su importancia científica reside en los datos cruciales que proporcionan. Tras el eclipse de marzo de 2025, los especialistas analizaron la reacción de la superficie lunar ante cambios bruscos de temperatura, lo que permitió comprender mejor su composición y relieve.
La Dra. Yasmina Martos, científica planetaria del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, explicó a la Agencia Andina que esta información es vital para identificar cráteres y materiales presentes en la Luna. El conocimiento adquirido contribuye al diseño de futuras misiones espaciales, incrementando la seguridad y eficiencia de los exploradores.
Un ejemplo destacado es la misión Artemis, orientada al regreso humano a la Luna. Los datos recogidos durante eclipses han sido decisivos en la selección de zonas de aterrizaje y el diseño de instrumentos para el estudio lunar. Así, un espectáculo visible desde la Tierra puede tener consecuencias directas en la exploración espacial y en el futuro de la ciencia.



