
Un brote de fascioliasis hepática ha encendido las alertas sanitarias en el distrito de La Encañada, región Cajamarca, donde 66 niños fueron diagnosticados con esta enfermedad zoonótica que puede generar daños severos en el hígado si no es tratada a tiempo.
Los menores se encuentran en la etapa aguda de la enfermedad, según reportó la Dirección Regional de Salud (Diresa), y vienen recibiendo tratamiento con Triclabendazol bajo seguimiento médico.
Un problema endémico en varias zonas rurales
La fascioliasis humana es una enfermedad parasitaria emergente, causada por el tremátodo Fasciola hepática, que se transmite por el consumo de vegetales contaminados, como berros, lechuga o alfalfa, o agua no tratada proveniente de manantiales y canales.

Aunque se asocia principalmente con animales de pastoreo como el ganado, en zonas rurales del Perú se ha convertido en una amenaza constante para la salud pública, especialmente en poblaciones infantiles.
“Estamos dándole una importancia particular porque se ha identificado algunas zonas con una prevalencia que supera los estándares normales”, explicó Walter Anyaypoma Ocón, director de Epidemiología de la Diresa Cajamarca, en entrevista con la Agencia Andina. Indicó que las condiciones ambientales, sociales y sanitarias son determinantes en la propagación del parásito.
Cajamarca entre las regiones con mayor prevalencia
La situación en Cajamarca no es nueva. En febrero de este año, la propia Diresa advirtió que los índices de fascioliasis en zonas rurales de la región habían superado niveles aceptables. Un estudio conjunto con la Universidad Nacional de Cajamarca identificó zonas hiperendémicas, entre las cuales ya figura la comunidad de Rosario de Polloc en La Encañada, donde la prevalencia, en ese entonces, superaba el 27%.

En ese lugar, según el informe, la mitad de los escolares infectados no respondía al tratamiento convencional con Egaten tras el primer ciclo. Otros sectores con menor prevalencia, pero aún en riesgo, son Valle Verde, Huayrapongo, Chetilla, Manzanamayo, Combayo y Otuzco.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), además de Cajamarca, las regiones más afectadas por esta enfermedad parasitaria son Junín, Cusco, La Libertad, Puno, Apurímac, Huánuco, Arequipa y la sierra de Lima. En su reporte más reciente, el INS advirtió que la fascioliasis se ha expandido en zonas de extrema pobreza con actividades de ganadería y agricultura.
Factores de riesgo y expansión
Según Anyaypoma, la pobreza, el analfabetismo, la defecación al aire libre y la falta de acceso a agua segura son factores que prolongan la transmisión. “Si no mejoramos estos componentes de manera integral como autoridades del sector, el problema transmisible de enfermedades puede producir una emergencia no solo de fascioliasis; también otros problemas asociados”, advirtió el epidemiólogo.

En La Encañada, los niños infectados tienen entre 5 y 11 años, y todos están siendo tratados en la etapa aguda, antes de que el parásito pueda generar complicaciones hepáticas más severas. La Diresa ha iniciado un mapeo de las zonas aledañas para investigar si el brote está focalizado o podría expandirse hacia otras comunidades.
Tratamiento y acciones de prevención
Actualmente, el tratamiento suministrado es el Triclabendazol, medicamento antiparasitario que debe administrarse con precisión y seguimiento. La Diresa también ha establecido un plan de acción que incluye educación, sensibilización, diagnóstico, tratamiento y vigilancia epidemiológica, con apoyo de su Comité de Prevención y Control de Enfermedades Zoonóticas.
Por su parte, el INS ha venido realizando desde 2015 un programa de vigilancia activa de la fascioliasis en 12 regiones endémicas del país, que incluye diagnóstico serológico y coprológico, además de un estudio de caracterización molecular del parásito en zonas como Cajamarca.

¿Qué es la fascioliasis y cómo prevenirla?
La fascioliasis hepática es una infección que se contagia a través de la ingesta de alimentos, principalmente plantas acuáticas, contaminadas. Las manifestaciones clínicas incluyen dolor abdominal y hepatomegalia.
La enfermedad tiene dos fases: aguda —cuando el parásito migra por el hígado causando fiebre, dolor abdominal y malestar general— o crónica, donde puede producir fibrosis hepática y problemas biliares. Su tratamiento es efectivo si se aplica a tiempo.