RLA atribuye a cartas y presión política su fallida reunión con el papa León XIV: “No me dejaron, pero los perdono”

El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, atribuyó a “cartas difamatorias” y a factores políticos su exclusión de una audiencia con el Papa León XIV durante su reciente visita a Roma

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Durante su primera intervención pública tras la polémica, Rafael López Aliaga describió su experiencia en Roma como un “retiro espiritual” de dos días y medio, que, según sus palabras, tuvo significado personal y religioso. Sin embargo, remarcó que su intento por reunirse de forma privada con el Sumo Pontífice fue frustrado, acción que atribuyó a una campaña de “difamación” contra su persona y a la intervención de actores no identificados.

“No me dejaron ver al Papa”, afirmó el burgomaestre, asegurando haber sido objeto de una ola de cartas y gestiones destinadas a impedir el encuentro.

El alcalde relató que, a pesar de la negativa, optó por mantener una actitud de perdón. “Los perdono porque era una ilusión, no como alcalde, era una ilusión como católico”, manifestó López Aliaga, quien enfatizó que su objetivo principal consistía en entregarle al Papa símbolos de la ciudad de Lima, como las llaves de la ciudad y el para-yoc. El accionamiento del alcalde incluyó la entrega de estos objetos a la embajada de Perú en Italia, con la instrucción de que fueran remitidos al Vaticano en representación de la ciudad.

Rafael López Aliaga da su versión por la frustrada visita al Papa León XIV. Canal N

“Gente que no profesa la fe católica se ha encargado de meter difamaciones, cartas, cartas, difamarme para que no logre ver al Papa. Pero la vida da vueltas. Lo que quiero decir es que los perdono”, expresó López Aliaga, insistiendo en que no acudió al Vaticano exclusivamente por razones políticas. El burgomaestre defendió también el derecho de otras personas a tener un momento con el Papa: “Yo sí quiero que el Papa me reciba. Hasta un satanista también. Va y el Papa lo recibe. Yo feliz. Mientras más gente vea al Papa, creo que va a mejorar su vida. Por eso me lo han impedido. No importa, no importa”.

En ese contexto, López Aliaga lamentó la falta de apoyo por parte de la Cancillería peruana durante el proceso de solicitud y consideró la coyuntura como una oportunidad para focalizarse en otras actividades, mencionando viajes posteriores a Washington para gestionar asuntos de interés para la Municipalidad Metropolitana de Lima.

La polémica por la neutralidad vaticana

El trasfondo de la polémica se relaciona con la política de neutralidad aplicada por el Vaticano en periodos electorales. Según la periodista Elise Ann Allen, autora del libro ‘León XIV: Ciudadano del mundo, misionero del siglo XXI’, la negativa a la solicitud del alcalde responde a la norma eclesiástica de evitar cualquier gesto interpretable como respaldo político en medio de comicios nacionales, especialmente cuando el Papa posee vínculos de nacionalidad con el país en cuestión.

Papa León XIV
Papa León XIV

Ann Allen detalló que el pedido de audiencia privada con León XIV no fue gestionado por los canales habituales de la Nunciatura Apostólica, sino a través de la Embajada del Perú en la Santa Sede, lo que aceleró una negativa formal de la Curia romana. La autorización inicial solo incluía un saludo al final de una audiencia papal general, sin garantía de un encuentro privado.

La controversia escaló con la difusión de cartas de colectivos como la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), donde se solicitaba cautela al Vaticano para no prestar aval a figuras políticas calificadas de polémicas. Además, el tema se intensificó en la agenda pública por los antecedentes judiciales y la trayectoria en espacios internacionales atribuidos a López Aliaga.

El alcalde reiteró que su visita al Vaticano tenía motivaciones religiosas y de representación de la ciudad, negando que se tratara de una gira de corte político. “Estoy yendo como alcalde de Lima, estoy llevando, por mandato de la ciudad, no estoy yendo porque, sino siendo alcalde con mandato de la ciudad, llevando las llaves de la ciudad para animar al Papa para que venga rápido”, explicó en respuesta a quienes cuestionaron el uso de su cargo para esta gestión.

“Mezclan lo que es ya mi vida interior, mi vida personal con tema político”, afirmó López Aliaga, cuestionando la interpretación mediática y política. Sobre la frustración de la cita, subrayó que “para mí no hay problema, ¿ya? Yo creo que el Papa es para todos, no, no para un grupito”. El alcalde enfatizó su postura como practicante católico y valoró como “importante” el simbolismo del retiro espiritual y cruzar la Puerta Santa en Roma, más allá de la controversia pública o política.