
Medios de comunicación de Chile han expresado su preocupación por la posible adquisición de 12 aviones F-16 por parte de Perú. El Ministerio de Defensa evalúa las propuestas de tres fabricantes: los estadounidenses F-16, los suecos Gripen y los franceses Rafale.
Ninguna ha sido seleccionada hasta la fecha, aunque la autorización previa de Washington desató preocupación en medios y analistas chilenos. La presidenta Dina Boluarte ha declarado su intención de renovar la flota aérea con aeronaves de última generación, recordaron columnistas en Panamericana.
A la espera de que se tome una decisión, la prensa del país sireño recoge voces que interpretan el ofrecimiento norteamericano como un eventual desafío al actual balance de poder aéreo en la región.
“Mira, desde reojo, fuera de toda lógica de lo que había pasado en los últimos años. ¿Por qué?... Esta es una noticia que obviamente tendrá repercusiones en la defensa chilena”, advirtió un panelista en televisión chilena.

Reacción chilena y contexto regional
El análisis de medios chilenos apunta a que la flamante propuesta de Estados Unidos podría transformar la capacidad operativa de la Fuerza Aérea del Perú.
Actualmente, la institución cuenta con modelos MiG-29 y Sukhoi de origen ruso, adquiridos por el régimen de Juan Velasco Alvarado en la década de los setenta, y Marines 2000 franceses, incorporados en la administración de Alan García Pérez durante los años ochenta.
“Estos son los modernos aviones que el Perú podría incorporar a su flota tras la aprobación de venta militar otorgada por Estados Unidos. Se trata de 12 aviones F-16 Block 70, equipados con tecnología de última generación y con un costo estimado de tres mil cuatrocientos veinte millones de dólares”, detalló un informativo chileno.
El monto incluye equipo electrónico avanzado y un paquete de misiles aire-aire, como los AMRAAM de largo alcance y los Sidewinder AIM-9L para distancias cortas, especificó Andrés Gómez de la Torre, consultado por Panamericana.
Los expertos en seguridad consultados subrayaron que el proceso de negociación puede extenderse durante meses. “En este momento no hay ningún trato cerrado, no hay ninguna aeronave de las tres que están compitiendo, la norteamericana, la sueca y la francesa.
No se ha cerrado la elección”, afirmó Gómez de la Torre, quien agregó que la presidenta Dina Boluarte planteó ante el Congreso la adquisición de veinticuatro aeronaves nuevas, sin intermediarios ni equipos de segunda mano.
Características y argumentos sobre la compra
El debate sobre la modernización de Fuerzas Armadas en Sudamérica se intensificó al conocerse la posible elección de los F-16. “Son cazabombarderos de última generación que sirven básicamente para defensa externa, para guerras convencionales, y tendrían que venir acompañados, como es el caso de la oferta norteamericana, de misiles aire-aire AAM de última generación”, detalló Gómez de la Torre para Panamericana.

Algunas voces políticas y técnicas en el país vecino, reproducidas en los medios chilenos, insinuaron cierto grado de alarma sobre el potencial de disuasión de Perú. “La que realizó Perú con esta flota aérea de combate... podría representar, por así decirlo, una amenaza para nuestro país. ¿Es así o no?”, cuestionó una presentadora chilena al aire.
No obstante, otras fuentes en la cobertura peruana defienden la lógica de la compra. “Es totalmente natural que el Perú quiera adquirir y le convenga adquirir para su defensa nacional y para, básicamente, como un garante disuasivo tener aviones buenos. No es una preocupación, es una alarma innecesaria”, puntualizó Eduardo Ferrero Costa, exministro de Relaciones Exteriores de Perú, en diálogo con Panamericana.
La discusión sobre el fortalecimiento militar en Sudamérica involucra también a otras naciones, ya que “Colombia está buscando aviones F-16”, señaló Ferrero Costa durante su intervención en televisión nacional, mencionando que procesos equivalentes han ocurrido en Chile, Ecuador, Brasil y Venezuela.