
Ver cómo un influencer de videojuegos logra que marcas como El Chinito y compañía hablen de crecimiento en medios nacionales, regionales e incluso internacionales es un caso de estudio. La propuesta no se quedó en un video: se multiplicó en la cobertura de los principales medios, en la participación de otros creadores de contenido e influencers y en la complicidad de miles de personas alentando a sus amigos y familias a votar en todas las plataformas por lo que ya sentimos como un ícono nacional: el pan con chicharrón.
¿Cuánto gana Ibai Llanos por esto? Ya ha habido reportajes sobre su incremento en seguidores, visualizaciones y engagement, así como sobre los patrocinios, suscripciones, etc.
¿Cuánto han ganado las marcas que se han plegado a la tendencia? ¿Cuánto han ganado los medios que se han sumado también? Los beneficios son evidentes. Y aunque no diría, como algunos, que el costo de producción es “casi cero” —porque detrás hay producción, community management, edición y monitoreo—, sí es claro que es mucho menor que el de una campaña tradicional.
Pero lo más valioso no está en las cifras, sino en el cómo. ¿Cómo una propuesta tan “sencilla” ha logrado tamaño desplazamiento? Pues la respuesta también parece ser muy “obvia”: generando valor público.
El interés público es lo más valioso: cómo la gente se identifica con algo, cómo lo hace suyo, en qué sentido lo beneficia y puede compartirlo con los demás. Ibai no habló de sí mismo, ni de marcas. Las marcas que se sumaron tampoco hablaron de ellas. Hablaron del pan con chicharrón, de algo que nos une y nos importa a todos.
Ese es el núcleo del verdadero PR: generar valor público. Aquel beneficio que es percibido por la sociedad en su conjunto.
Y todas las marcas generan valor público. Todas. Pero muchas se quedan atrapadas en hablar de sí mismas en lugar de hablar del valor que generan y realmente despierta interés en su audiencia.
Este caso es una invitación a mirar tu propia estrategia. Aprovéchalo y anímate a aplicarlo en ti mismo.
