Un caso más de inseguridad ciudadana. Un restaurante ubicado en las inmediaciones de la avenida Venezuela y Elmer Fosa, en Bellavista, Callao, fue víctima de un robo durante la madrugada. Un grupo de delincuentes accedió al local tras forzar la reja de metal que protegía la entrada.
Las imágenes registradas por cámaras de seguridad muestran el momento en el que dos sujetos logran vulnerar la seguridad del establecimiento y permanecen varias horas en el interior seleccionando objetos de valor y artículos de cocina, según muestra el informe periodística de Latina.
La administradora relató ante el citdo medio de comunicación que los asaltantes se llevaron electrodomésticos, computadoras, laptops, celulares, consolas, cerveza, pescado y otros productos almacenados.
Entre los equipos sustraídos se encontraban también teléfonos utilizados para la grabación de contenido en redes sociales. El valor estimado de las pérdidas asciende a 30 mil soles, aunque podría incrementarse por las compras de reposición posteriores.

El estado en que se halló el local al día siguiente daba cuenta de la magnitud del saqueo: puertas violentadas, estantes abiertos y objetos esparcidos en el suelo. Los delincuentes, que no dieron muestras de apuro, manipularon el acceso y se tomaron tiempo suficiente para revisar y llevarse los artículos según su conveniencia. Parte de la mercancía robada incluía insumos y abarrotes destinados a la venta diaria.
Las autoridades de la Policía Nacional del Perú (PNP) fueron informadas apenas se detectó el robo. El registro de las cámaras permitió observar los rostros de los responsables, uno de los cuales vestía polo corto y quedó plenamente identificado en las imágenes.
Sin embargo, todavía no ha recibido más información acerca de los ladrones. “La Policía nos ha informado que el caso se encuentra en investigación y que nos llamarán para las declaraciones, y hasta ahí ha quedado la comunicación”, señaló.

Fuera del local, la dueña precisó que hay cámaras de seguridad municipales, pero la visibilidad estaría obstruida por los arbutos en la vía pública. Es obstáculo limita la posibilidad de rastrear los movimientos exteriores de los delincuentes y dificulta establecer el trayecto de huida.
Por otra parte, el caso no es aislado en la zona. Hace menos de un mes, una peluquería situada a pocas cuadras vivió un episodio similar. Los afectados consideran que podría tratarse del mismo grupo delictivo, dado que emplearon costales para transportar los bienes y evidenciaron una logística parecida. Días antes del robo, el personal notó la presencia sospechosa de una persona que tomó fotografías del negocio y luego se retiró sin motivo aparente.
Un aspecto llamativo es la extensión de tiempo que emplearon los asaltantes: permanecieron cerca de cuatro horas en el lugar y utilizaron al menos dos vehículos, uno para movilizar los sacos y otro para cargar la refrigeradora. Durante ese lapso no se registró la presencia de agentes del serenazgo ni de la policía, a pesar de que la zona es considerada de alta actividad comercial y cuenta con vigilancia municipal.