
El escenario de la defensa aérea en Sudamérica incorpora un nuevo capítulo con el anuncio oficial sobre la aprobación de Estados Unidos para la “posible venta” a Perú de doce cazas de combate F-16 Block 70, la variante más moderna del fabricante Lockheed Martin, y modelo que también poseen los vecinos país de Chile y Argentina.
Según detalló la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) dependiente del Departamento de Defensa estadounidense, el valor del paquete propuesto asciende a 3.420 millones de dólares, lo que incluiría no solo las aeronaves, sino también armamento avanzado y motores auxiliares, todo orientado a fortalecer significativamente la Fuerza Aérea del Perú (FAP).
Cabe remarcar que Perú aún no ha tomado una decisión definitiva, ya que otras propuestas internacionales siguen sobre la mesa.

Mirage 2000 y MiG-29
La discusión sobre la renovación de la flota peruana adquiere especial relevancia en vista del delicado estado operativo de la FAP. Solo quince cazas entre Mirage 2000 y MiG-29 mantienen condiciones efectivas de vuelo dentro del país, lo que ha impulsado al gobierno a acelerar el proceso de adquisición.
Voces oficiales consideran prioritaria la llegada de nuevos aviones para recuperar la capacidad defensiva y responder a la presión regional.
En la lista de alternativas que Perú aún evalúa figuran el Saab Gripen (Suecia) y el Dassault Rafale (Francia). Esta definición ha motivado visitas de alto nivel a Europa por parte de una delegación encabezada por el ministro de Defensa, Walter Astudillo, y el comandante general de la FAP, Carlos Enrique Chávez. El equipo sostuvo encuentros oficiales en Suecia y Francia para revisar las ofertas disponibles.

Misiles aire y lanzadores
Mientras tanto, la propuesta de Estados Unidos sigue vigente con características técnicas diferenciadas. El paquete autorizado para Perú, de acuerdo a los documentos oficiales, contempla diez F-16C y dos F-16D Block 70, junto a catorce motores F110-GE-129, doce misiles aire-aire AIM-120C-8, cincuenta y dos lanzadores LAU-129 y doce cañones M61A1, entre otros sistemas.
La DSCA recalcó en su informe que la posible venta “mejorará la capacidad de la Fuerza Aérea Peruana para controlar su espacio aéreo soberano, defender sus fronteras territoriales y llevar a cabo operaciones de ataque aire-tierra de precisión en apoyo de las fuerzas terrestres en operaciones antinarcóticos y antiterroristas”.
La comparación con otros países del continente añade contexto a la definición que debe tomar el Perú. La Fuerza Aérea de Chile (FACh) ya opera dos variantes del F-16: diez unidades del modelo C/D Block 50+ y treinta y seis del AM/BM Block 15 MLU, de acuerdo con reportes de BioBioChile.

En diciembre, la Fuerza Aérea de Argentina recibió el primero de los veinticinco aviones F-16 adquiridos a Dinamarca, una operación reconocida por el ministro de Defensa argentino, Luis Petri, como la más importante en el rubro aeronáutico militar desde 1983. La aeronave fue desmontada y trasladada por etapas, aunque el primer ejemplar solo será utilizado para adiestramiento.
Expertos resaltan cómo la región se encuentra inmersa en una modernización de sus medios aéreos de defensa, marcada también por dificultades presupuestarias y retrasos en algunos programas.
Aumento presupuestario por el Gripen
Brasil, que firmó en 2015 la compra de treinta y seis Saab Gripen E/F para reemplazar aviones Dassault Mirage III y Northrop F-5 Tiger II, afrontó un incremento presupuestario superior al trece por ciento respecto a lo planificado, lo que representa la posibilidad de comprar seis aviones adicionales con esa diferencia.

Conforme al testimonio del jefe del Estado Mayor de la Aeronáutica, Walcyr Josué de Castilho Araújo, durante una comparecencia en el Senado Federal, estos aumentos derivan de ajustes por imprevisibilidad en el presupuesto y postergaciones de entrega. El calendario actualizado extiende la recepción de los últimos Gripen hasta 2032.
Los desafíos no se limitan a la recepción de nuevos equipos. La vida útil de los cazas F-5EM/FM brasileños, aún en servicio tras cinco décadas, llega a su fin con la necesidad de reemplazar estructuras ya sometidas a reconstrucción. La Fuerza Aérea Brasileña inició gestiones para incorporar aeronaves usadas capaces de cubrir temporalmente la brecha operativa hasta la llegada de los nuevos aparatos.
En contraste, la experiencia de Brasil con su avión de transporte KC-390 Millennium evidencia obstáculos similares: retrasos y reducción en el número de unidades adquiridas, que obligaron a postergar plazos de entrega y elevar los costos finales en un dieciocho por ciento.
Mientras la carrera tecnológica y presupuestaria avanza, la decisión de Perú sobre qué modelo de caza elegirá permanece abierta. El gobierno peruano enfrenta la presión de redefinir su papel en el equilibrio regional, al tiempo que la opción de adquirir el F-16, el mismo modelo ya en manos de Chile y Argentina, se mantiene vigente como opción que podría responder rápidamente a las carencias operativas de la FAP.