La crisis que atraviesa Cusco por el bloqueo de las vías para llegar a Machu Picchu, uno de los principales destinos turísticos del país, han afectado a los turistas nacionales y extranjeros. Durante la madrugada y la mañana, la estación de trenes en Ollantaytambo recibió a decenas de viajeros que, desde antes del amanecer, aguardaban alguna noticia sobre la reanudación del servicio ferroviario. Sin embargo, la suspensión temporal continúa y el tren, considerado históricamente la vía principal y más segura para acceder a la ciudadela inca, permanece inoperativo.
Frente a este escenario, quienes deseaban mantener su viaje hacia Machu Picchu se han visto forzados a buscar rutas alternativas. En la plaza principal de Ollantaytambo, taxis, minivans y buses privados comenzaron a ofertar viajes hacia Santa Teresa y luego a la zona de la hidroeléctrica, rutas no tradicionales para alcanzar el distrito de Machu Picchu.
El recorrido alternativo, que antes implicaba un costo de 60 soles hasta Santa Teresa y otros 20 soles hasta la hidroeléctrica, ahora se ha encarecido considerablemente: por el primer tramo, algunos transportistas exigen hasta 150 soles —más del doble del precio habitual—, mientras que el siguiente trayecto puede llegar hasta los 40 soles. Las distancias y condiciones de estas rutas, junto al incremento en el costo, generan una carga adicional entre los viajeros, muchos de los cuales deben afrontar aún una caminata de hasta cuatro horas para completar su trayecto.

Según relataron algunos turistas, la incertidumbre y la frustración predominan. Gabriela Luna, visitante procedente de Guatemala, compartió que el grupo de turistas con el que viajaba tuvo que desistir del plan. “Veníamos con mucha esperanza de conocer Machu Picchu, pero la situación resulta desalentadora. Preferimos aprovechar el viaje para conocer otros lugares en Perú”, dijo en conversación con RPP Noticias.
Otros, en cambio, optan por asumir el costo adicional o incluso embarcarse en el viaje a pie; en algunos casos, quienes han contratado paquetes turísticos acceden a la compañía y orientación de guías profesionales, pero la mayoría avanza sola y se suma a pequeños grupos informales que se forman a lo largo del trayecto en busca de orientación y seguridad.

Turistas varados
Por la noche del último lunes, cerca de 900 turistas que estaban atrapados en Machu Picchu Pueblo lograron salir gracias a trenes humanitarios habilitados ante la emergencia, aunque las cifras extraoficiales sobre visitantes que aún esperan alternativas oscilan en al menos dos mil personas. A pesar de la magnitud del problema, la presencia y las medidas de las autoridades han sido limitadas.

Por su parte, la ministra de Turismo y Comercio Exterior, Desilú León, señaló que busca diálogo para atender las demandas de los manifestantes. Asimismo, precisó que se reunirá con autoridades y gremios esta tarde.
Mientras tanto, la ciudadela inca está en riesgo de perder la nominación de ser una de las Siete Maravillas del Mundo, según la organización New7Wonders. Frente a ello, la titular invocó a todos a participar para buscar soluciones y no perder este título que ha sido clave durante varios años para el Perú en el turismo.