
Las lomas costeras del Perú son uno de los espectáculos naturales más esperados del año. Durante los meses de invierno y primavera, estas formaciones desérticas se transforman en paisajes verdes cubiertos de flores y vegetación gracias al aumento de la humedad atmosférica.
Estos ecosistemas aparecen como islas de vida en medio de los extensos arenales del litoral, ofreciendo refugio a una flora única y a diversas especies de fauna silvestre. Su singularidad convierte a las lomas en espacios de alto valor ecológico y turístico.
Desde Lima hasta Arequipa, e incluso en Áncash y otras regiones del norte y sur, las lomas costeras atraen a viajeros que buscan caminatas, observación de aves y un contacto directo con la naturaleza. La temporada de visita se concentra entre julio y noviembre, cuando alcanzan su máximo esplendor.
¿Cuántas lomas costeras existen en el Perú y dónde están ubicadas?
El Perú cuenta con 67 lomas distribuidas en la franja costera, que en conjunto abarcan 783.000 hectáreas. Estas se ubican desde el nivel del mar hasta los 800 metros de altitud y se concentran mayormente en la zona sur, donde se registran 35 formaciones. En la costa central existen 23 y en la costa norte, 9.
Entre las más conocidas se encuentran las lomas de Trujillo, Casma, Lachay, Iguanil, Lúcumo, Amancaes, Paraíso, Chancay, Chilca, Atiquipa, Atico, Camaná, Ilo y Sama. Varias de ellas son reconocidas por su biodiversidad y su potencial turístico, al recibir visitantes que desean disfrutar de paisajes temporales únicos.
Lomas de Lachay
Ubicadas en el kilómetro 105 de la Panamericana Norte, en Huaura, las Lomas de Lachay forman parte de una reserva nacional con más de 5.000 hectáreas protegidas. A solo tres horas de Lima, es uno de los destinos favoritos de quienes buscan escapadas cortas para el contacto con la naturaleza.

En este espacio se pueden recorrer senderos señalizados que permiten realizar caminatas y observar especies como vizcachas, zorros costeños y aves como el turtupilín o la perdiz serrana. La diversidad de vegetación y las formaciones rocosas hacen de este lugar un ecosistema privilegiado.
Lomas de Atiquipa
Las lomas de Atiquipa, en la provincia arequipeña de Caravelí, son las más grandes del país. Su extensión supera las 19.000 hectáreas y su rango altitudinal va de los 0 a los 1.230 metros sobre el nivel del mar. La humedad relativa que supera el 75 % permite la presencia de bosques, cactáceas, matorrales y herbáceas.
En este ecosistema se han registrado más de 350 especies de plantas, entre ellas 46 endémicas de la costa y seis exclusivas de Atiquipa. También habitan especies únicas de fauna, como el ratón pespertino y una serpiente ciega. La tara, árbol predominante, cumple un rol clave en la captación de agua de neblina.

Además, las lomas conservan vestigios prehispánicos, como complejos habitacionales y andenes que se regaban con la humedad de las neblinas. Entre julio y noviembre, la zona alcanza su máximo desarrollo vegetal, convirtiéndose en un laboratorio natural de flora y fauna.
Lomas de Casma
Las lomas de Casma, conocidas como lomas de Mongón, están situadas a 20 kilómetros al suroeste de la ciudad de Casma, en Áncash. Se desarrollan en las faldas del cerro Las Lomas, a 1.144 metros de altitud, lo que las convierte en las de mayor elevación en la costa peruana.

Este ecosistema se mantiene gracias a la garúa constante que genera un oasis en un entorno de clima árido subtropical. Su biodiversidad destaca por la presencia de especies de flora y fauna que han logrado adaptarse a condiciones particulares de humedad en medio del desierto.
Lomas de Asia
En el kilómetro 101 de la Panamericana Sur se encuentra el acceso a las lomas de Asia, en la provincia limeña de Cañete. Este ecosistema se extiende en unas 10,000 hectáreas, alcanzando alturas entre los 270 y 890 metros sobre el nivel del mar.

La zona alberga especies arbóreas como la tara y el huarango, además de la emblemática flor de Amancaes. Se han identificado alrededor de 50 especies de aves, entre ellas el pampero pico grueso y el chirigüe de Raimondi, ambas endémicas. Su cercanía a la capital las convierte en un destino ideal para excursiones de un día.
¿Por qué se forman las lomas en la costa del Perú?
Las lomas costeras del Perú se originan gracias a la influencia de la Corriente Peruana o de Humboldt, que transporta aire frío y húmedo desde el océano. Al llegar a las primeras estribaciones andinas, estas masas de aire se condensan formando neblinas y garúas que se depositan lentamente en forma de pequeñas gotas de agua.

Este proceso genera un ambiente húmedo capaz de sostener vegetación efímera y periódica. Las plantas florecen a mediados del invierno y desaparecen con la llegada del verano, en un ciclo que da vida a estos ecosistemas únicos.
Aunque ocupan apenas el 0.64 % del territorio nacional, las lomas costeras cumplen un papel vital en la conservación de especies adaptadas a estas condiciones y representan un espacio para la recreación, la investigación y el turismo sostenible.



