Durante la madrugada, personal de la Municipalidad del Rímac intervino el mercado Uniflor, ubicado en el jirón Ramón Espinoza. Según denuncias, los funcionarios municipales clausuraron más de treinta puestos y procedieron a soldar las puertas de acceso, dejando al interior una gran cantidad de mercadería y pertenencias de los trabajadores, quienes permanecieron atrincherados en el local. Los hechos generaron tensión y resistencia de los comerciantes afectados, quienes reclamaron la ausencia de una notificación formal previa al procedimiento.
Comercio paralizado y acceso bloqueado
Los comerciantes afirmaron que el cierre ejecutado por el municipio impidió la recuperación de sus productos. Elena Juscamayta, una de las afectadas, explicó que tanto ella como los demás trabajadores no pudieron ingresar a retirar su mercadería debido a que todas las puertas fueron selladas con soldadura. Expuso que “no se puede vender porque todo está adentro” y solicitó apoyo al alcalde del distrito, Néstor de la Rosa, para restablecer el funcionamiento regular del mercado.

La intervención congregó a un considerable contingente policial, que se mantuvo tanto en el interior como en los alrededores del mercado. Dos comerciantes resultaron con lesiones tras el enfrentamiento con los agentes, quienes acompañaron la ejecución de la clausura. Uno de los afectados sufrió una herida en la cabeza, mientras que otro presentó un fuerte golpe en la nariz y rasguños, conforme a los testimonios de los propios trabajadores.
Disputa por la propiedad y documentación pendiente
Las personas que ocupaban los puestos desde hace veinticinco años señalaron que la medida fue impulsada por una supuesta propietaria. Según los comerciantes, Lavado habría empleado personal policial y soldadores privados para sellar los accesos. A este conflicto se suma la disputa por los derechos de propiedad, ya que los ocupantes aseguraron haber adquirido los puestos mediante una operación previa con la iglesia local, aunque manifestaron que los documentos aún se encuentran en proceso de regularización.

Por su parte, Carlos Ordaya, otro comerciante del establecimiento, expresó que la acción ejecutada por la Municipalidad careció de justificación motivada. Ordaya sostuvo que “no hay ni un funcionario que se haya presentado”, sino que únicamente intervinieron soldadores y personal identificado con la ciudadana mencionada. Los trabajadores resaltaron la ausencia de notificación escrita antes de la clausura, lo que, según sus declaraciones, incumple el procedimiento regular en este tipo de intervenciones.
Cierre administrativo y motivos expuestos por el municipio
Carteles colocados durante el procedimiento señalaron que la razón del cierre fue “por seguridad”. Documentos de la Gerencia de Fiscalización Administrativa detallaron que el mercado no contaba con el certificado de Inspección Técnica y no superó la evaluación de Defensa Civil. Por este motivo, la Municipalidad del Rímac dispuso la clausura administrativa de treinta puestos e impuso una multa de 16.000 soles a la empresa responsable.
Los comerciantes del mercado solicitaron formalmente una mesa de diálogo con las autoridades municipales para solucionar el conflicto y solicitar la reapertura del local. Mientras tanto, el mercado Uniflor continúa bajo resguardo policial, sin posibilidad de acceso a la mercadería almacenada y con las puertas completamente selladas.