
Un operativo conjunto entre la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), la Municipalidad de La Molina y la Policía Nacional del Perú permitió retirar de circulación un vehículo conocido como “cúster calavera”.
Esta antigua unidad, con casi cuatro décadas en las calles, fue sorprendida trasladando pasajeros en condiciones extremadamente precarias, en la cuadra 60 de la avenida Javier Prado.
Al inspeccionar este carro, se constató que portaba una placa falsa, confeccionada en madera, imitando la original. El historial tampoco favorecía al colectivo: acumulaba 32 sanciones impuestas por la ATU, todas relacionadas con prestación de servicios sin autorización. El monto total de estas infracciones supera los S/600.000. Habitualmente, ese recorrido abarcaba zonas entre Ceres, en Ate, y la avenida La Molina.
Las autoridades detallaron que el vehículo, identificado con la matrícula M1N-755, prestaba servicio sin Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) y con un conductor que carecía de licencia. Su estado evidenciaba el deterioro acumulado durante años: asientos severamente dañados, ventanas fracturadas y paneles internos improvisados con materiales como cartón y triplay.

Los cables quedaban al descubierto y los faros presentaban daños considerables. Resultaba evidente que la seguridad estaba ausente, exponiendo a los usuarios a riesgos innecesarios.
Un momento tenso surgió cuando allegados a quien se encontraba al volante trataron de obstaculizar la labor de los fiscalizadores y del personal edil, en un intento de impedir el traslado del transporte al depósito, aunque sus esfuerzos resultaron infructuosos.
Cifras de fiscalización
Durante la primera quincena de septiembre, las acciones de fiscalización intensificadas permitieron ejecutar 164 operativos en diferentes sectores de la capital. Como consecuencia, 254 vehículos ingresaron a depósitos municipales. Entre estas unidades, 112 presentaban deudas acumuladas por más de 5 millones de soles debido a sanciones previas. También se identificó a 99 personas conduciendo sin la debida habilitación.

Dentro de estos operativos, se emitieron 479 actas de fiscalización, de las cuales el 85 % correspondió a servicios regulares y taxis sin permisos. Este balance refleja la magnitud de la problemática y la necesidad de intervenciones constantes para erradicar la informalidad.
La autoridad urbana reafirma la importancia de acciones sostenidas que priorizan la protección de la sociedad, así como el retiro de aquellos automotores que suponen una amenaza directa a la integridad de pasajeros. La vigilancia permanente constituye un eje fundamental para construir entornos más seguros en el transporte público.
Chatarreo de las unidades informales ‘Los Anconeros’ en Lima
En la capital peruana, la presencia de servicios informales en el transporte colectivo continúa como una problemática relevante que las autoridades buscan erradicar mediante medidas directas. Recientemente, la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) desarrolló un operativo enfocado en sacar de circulación varias unidades denominadas ‘Los Anconeros’. Estos automotores funcionaban al margen de la ley y acumulaban multas que sumaban cifras millonarias, incluso se les relaciona con accidentes, algunos con consecuencias mortales.
La intervención incluyó no solo la inmovilización de estos vehículos, sino también su transformación en chatarra, procedimiento que supone el retiro irreversible y desmontaje de aquellos considerados abandonados o potencialmente peligrosos para la seguridad en las vías. La medida persiguió el objetivo de disminuir la informalidad y garantizar una mayor protección a quienes utilizan el transporte en la ciudad.