Michael Joel Rodríguez Pinto, conocido en el bajo mundo como ‘Bebito Malo’, fue capturado luego de varios días de desplazamientos furtivos por distintos puntos de Lima. De acuerdo con información publicada por Latina Noticias, la operación policial se activó cuando el sospechoso abandonó un hotel ubicado en el norte de la capital y abordó un automóvil que utilizaba para cubrir su rastro. El detenido alternaba hospedajes y cambiaba de lugar con frecuencia, lo que dificultó su rastreo y permitió que evadiera a las fuerzas de seguridad tras la desarticulación principal de los DESA Dos.
El seguimiento realizado por la División de Secuestros y la División de Inteligencia de la Dirección de Investigación Criminal (DININCRI) incluyó técnicas de vigilancia discreta y controles de identidad. Según detalló Latina Noticias, el investigado pretendía pasar inadvertido suplantando la actividad de conductor informal, con el propósito de burlar la atención de los agentes. Además, al momento de la detención, la Policía halló elementos que confirmaban esta estrategia, como varias tarjetas SIM de recambio y un teléfono con accesos restringidos.
Extorsiones, amenazas y pagos digitales
El análisis de los dispositivos móviles incautados permitió identificar la magnitud del alcance de los DESA Dos sobre el sector transporte y comercio. De acuerdo con la información difundida por el medio mencionado, en el teléfono encontrado en poder de Rodríguez Pinto se almacenaban audios con amenazas de muerte, textos intimidatorios y registros de transferencias a través de aplicaciones de pago como Yape.
El sospechoso enviaba mensajes y advertencias sistemáticas a los transportistas, con exigencias económicas bajo amenazas explícitas contra su vida y su entorno familiar. En caso de falta de pago, los mensajes se repetían o agravaban.

Entre los distintos elementos intervenidos, la Policía detectó correspondencia digital con al menos tres empresas directamente afectadas, identificadas como Aquarius, Vía Uno y Transporte Internacional. Funcionarios de la investigación señalaron la existencia de decenas de comprobantes de pagos ingresados por víctimas que no habían formalizado sus denuncias. Los agentes también recogieron audios comprometedores, utilizados como mecanismo de presión diaria sobre los dueños y choferes de las unidades en ruta.
El organigrama de una banda en mutación constante
La captura de Rodríguez Pinto se produjo días después de la intervención a Jorman Alexis Barrios Martínez, cabecilla de los DESA Dos, y su pareja Wency Mileisis Márquez Aguilar. De acuerdo con la cronología narrada por Latina Noticias, la estructura remanente operaba bajo reglas flexibles, con constante cambio de números telefónicos para dificultar la geolocalización. El apodado ‘Bebito Malo’ asumía el rol de negociador principal, coordinando las comunicaciones y gestionando la distribución de pagos ilícitos recogidos entre los agraviados.
La Policía Nacional del Perú (PNP) considera que la información recuperada en los equipos electrónicos permitirá ampliar la lista de víctimas y esbozar el mapa interno de relaciones al interior de la banda. El coronel Moreno, mando operativo de la DININCRI, aseguró que “el celular incautado permite reconstruir la red de extorsión y documentar la responsabilidad penal directa del implicado como nexo central”. La modalidad de extorsión mediante aplicaciones digitales, según los investigadores, permitió aumentar el volumen de transacciones sin la necesidad de encuentros presenciales.
Siete mafias al acecho y la posibilidad de nuevos brotes

Con el traslado de ‘Bebito Malo’ a la sede de la Dirincri, las diligencias se enfocan en el análisis forense de los dispositivos y en la ampliación de testimonios recolectados. Funcionarios consultados por Latina Noticias indicaron que la prisión preventiva solicitada contra el sospechoso podría alcanzar los quince días iniciales, mientras se procesan nuevas pruebas y testimonios periciales.
El operativo dejó al descubierto que existen al menos siete organizaciones similares activas en el país, muchas de ellas conectadas con redes criminales en el extranjero. Las autoridades advirtieron que la desarticulación de los DESA Dos posiblemente dé paso al nacimiento de una tercera agrupación con el mismo modus operandi. En palabras de los mandos policiales, “la naturaleza flexible de estos circuitos permite que, tras una caída, nuevas células retomen el control e instauren nuevas cadenas de extorsión”.