Un brutal crimen conmocionó este fin de semana a los vecinos del mercado José Carlos Mariátegui, en San Juan de Lurigancho, cuando una joven madre de familia fue asesinada a balazos delante de su hijo de apenas cuatro años. El hecho, presenciado por comerciantes y clientes, expuso una vez más el nivel de violencia e impunidad al que ha llegado la criminalidad en la capital peruana

La víctima, Karol del Pilar Tito de 29 años, había acudido junto a su pequeño a una juguería ubicada al interior del popular mercado. Mientras ambos compartían un momento cotidiano, un sicario vestido íntegramente de negro, con capucha y gorro para no ser identificado, irrumpió en el local. Sin titubeos, se dirigió directamente hacia donde la mujer estaba sentada y disparó a quemarropa. El primer disparo bastó para que cayera al suelo gravemente herida, pero el asesino no se detuvo; le disparó tres veces más ante la desesperación de testigos y del propio niño, quien salió corriendo despavorido entre gritos y escenas de pánico.
La rápida huida del asesino, aprovechando la falta de controles y la inseguridad que denuncian los vecinos de la zona, acentuó el clima de temor entre comerciantes y residentes. Muchos señalan como frecuente la presencia de personas ajenas en el mercado y la poca vigilancia policial, sobre todo en horas de la noche.

Asesinato a sangre fría
Tras el ataque, la madre fue trasladada al hospital de San Juan de Lurigancho en el paradero 10 de Cantogrande, pero llegó sin vida debido a la gravedad de las heridas sufridas. Su muerte deja no solo una familia destrozada, sino también una escena cruda: la imagen de un niño huyendo en medio del terror y la confusión.
Las hipótesis preliminares de la policía indican que se trataría de un “ajuste de cuentas”, pues algunos testigos y vecinos comentan que el móvil estaría vinculado a un préstamo de dinero que la mujer no habría podido pagar a tiempo. Sin embargo, la familia de la víctima rechaza esta versión y asegura que no recibió amenazas previas ni tenía enemigos conocidos. Prefirieron no declarar ante la prensa por el dolor y la consternación que atraviesan, aunque sí han exigido a las autoridades rapidez y rigor en la investigación.
Cámaras de seguridad captaron momento del ataque
Cámaras de seguridad del mercado registraron el preciso momento del ataque, lo que puede resultar determinante para la identificación y captura del sicario. Los peritos de criminalística recabaron imágenes y evidencias en el lugar, mientras los vecinos observaban el despliegue policial aún conmocionados por lo sucedido. La juguería y la ruta de escape del criminal están cubiertas por varios puntos de videovigilancia, lo que podría facilitar la labor de los investigadores.
El asesinato de esta joven madre a plena luz del día y frente a su hijo pequeño ha generado una ola de indignación en la comunidad que exige mayores medidas de seguridad.
Mientras la investigación avanza y el dolor se instala en el seno de la familia, San Juan de Lurigancho vuelve a ser noticia por un episodio de violencia extrema que refleja la urgencia de recuperar la tranquilidad y el respeto a la vida en los espacios públicos.



