Richard Acuña, hijo del gobernador regional de La Libertad, César Acuña, vivió un incómodo y tenso momento durante este fin de semana en la ciudad de Tacna. El dirigente deportivo asistió al estadio Jorge Basadre para acompañar al club Universidad César Vallejo, equipo del cual es presidente y que actualmente disputa la Liga 2, pero su presencia no fue bien recibida por la afición.
Apenas apareció en el campo para realizar el reconocimiento previo al encuentro, las tribunas de la “Ciudad Heroica” lo recibieron con silbidos, pifias y gritos de “corrupto” y “conchudo”, lo que marcó la jornada antes del inicio del partido.
El episodio refleja la difícil situación de imagen que enfrenta Richard Acuña. Su nombre se ha mantenido en el centro de la atención pública por diversos episodios personales y políticos de él y su familia que han generado críticas de la población peruana. Entre ellos, la polémica tras ser captado junto a su esposa, la empresaria e influencer Brunella Horna, celebrando en el Carnaval de Pimentel apenas un día después de la tragedia del Real Plaza Trujillo, que dejó seis muertos y más de 100 heridos.
Entre el fútbol, la política y la polémica familiar

El rechazo mostrado en Tacna se suma a un contexto en el que Richard Acuña y su entorno familiar atraviesan cuestionamientos públicos. El excongresista ha sido señalado en las últimas semanas por presuntamente haber favorecido al hermano de Brunella Horna en contratos estatales que superan los 200 mil soles. Estas versiones generaron indignación en redes sociales y alimentaron la percepción negativa que arrastra desde el episodio del carnaval.
Mientras tanto, el gobernador regional César Acuña también se encuentra en el ojo de la tormenta debido a la inseguridad en Trujillo. En lo que va del año, la ciudad ha registrado atentados y episodios de violencia que han provocado la molestia de la población, que responsabiliza a la gestión regional por no mostrar resultados frente a la ola criminal. Este descontento ciudadano parece haber alcanzado también a su hijo, convertido en blanco de insultos cada vez que aparece en público.
El partido en el estadio Jorge Basadre enfrentó al César Vallejo contra el equipo Bentín Tacna Heroica, en un duelo clave para definir su permanencia en la segunda división. Pese a que el cuadro poeta se quedó con la victoria, el foco no estuvo en el resultado deportivo, sino en la reacción de la afición local contra el presidente del club. Entre los silbidos y abucheos, los hinchas recordaron los recientes escándalos que rodean al apellido Acuña, confirmando que la figura del dirigente deportivo sigue generando controversia tanto en el campo como fuera de él.
Quinceañero millonario de la hija de Richard Acuña recibe críticas en medio de la violencia en Trujillo
El reciente quinceañero de la hija de Richard Acuña sigue generando repercusión no solo por el despliegue de lujo con buffet gourmet, carritos de golf y la presentación estelar del cantante Beéle, sino también por la coyuntura en la que se realizó. Mientras Trujillo enfrenta una ola de atentados y extorsiones que han dejado decenas de víctimas, la familia Acuña celebró un evento valorizado en más de un millón y medio de soles, lo que abrió el debate público por la falta de empatía en un momento tan delicado para la región.
En su programa, Magaly Medina sostuvo que si bien cada familia tiene derecho a celebrar como desee, la magnitud de la violencia en La Libertad exigía un gesto distinto. La conductora cuestionó que no se considerara postergar la fiesta tras el reciente ataque en la avenida Perú, recordando que la seguridad en la región está bajo la responsabilidad de César Acuña, actual gobernador y abuelo de la quinceañera. “Todo festejo se cancela, porque es como bailar sobre la tumba de tantos fallecidos”, señaló.
El fastuoso evento reunió a más de 800 invitados y habría tenido como plato fuerte la actuación de Beéle, quien cobró alrededor de 250 mil dólares. Para Medina, la familia Acuña pudo mostrar un gesto de humanidad y respeto hacia las víctimas suspendiendo la celebración, considerando que el contraste entre la tragedia en las calles y la opulencia del festejo genera un impacto social y político mayor.