Este domingo 14 de septiembre, el Papa León XIV celebró su cumpleaños número 70 con un mensaje de gratitud a todos los fieles.
La jornada coincidió con la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, ocasión en la que el Papa encabezó el rezo del Ángelus dominical ante una plaza de San Pedro, Vaticano, colmada de fieles. Durante la oración, el Sumo Pontífice se pronunció acerca de su cumpleaños, y fue difundido a través de sus redes sociales.
“Queridos amigos, hoy cumplo setenta años. Doy gracias al Señor y a mis padres; y doy también las gracias a todos los que se han acordado de mí en sus oraciones”, escribió el Pontífice en su cuenta oficial de X, antes Twitter.

El cariño de Chiclayo llega hasta el Vaticano
En la Plaza de San Pedro no solo se escucharon los saludos por el cumpleaños del Papa. Una enorme banderola desplegada por feligreses de Chiclayo llevó el nombre de la ciudad norteña hasta el corazón del catolicismo. Una delegación de doscientos nacionales realizaron previamente una procesión con la imagen del Cristo Cautivo.
Para muchos fieles, el gesto representó la cercanía que el Pontífice mantiene con el Perú, país al que estuvo ligado durante años de labor pastoral.
“Feliz cumpleaños, Papa León”, se leía en el lienzo que fue recibido con aplausos y cánticos. La presencia de delegaciones de América Latina, incluida la peruana, llenaron la plaza y marcó uno de los momentos más emotivos de la jornada.

Monsefú celebra con misa y pastel
Mientras tanto, en Monsefú, distrito lambayecano donde León XIV ejerció como obispo antes de asumir el pontificado, se realizaron actividades especiales desde días antes para conmemorar su cumpleaños.
La municipalidad organizará una misa solemne en el parque principal, que reunirá a cientos de fieles, autoridades y vecinos. El evento se dará a las 11:00 de la mañana de hoy. Tras la ceremonia religiosa, los asistentes participarán de una degustación gratuita de un pastel gigante de dos metros de largo, elaborado por la Asociación de Panificadores de Monsefú.
Reflexión sobre la Cruz en el Ángelus
Durante su mensaje, León XIV recordó que la Cruz, uno de los instrumentos de tortura más crueles de la historia, fue transformada por Cristo en signo de amor y victoria. “Nada puede separarnos de Él y su caridad es más grande que nuestro mismo pecado”, expresó desde la ventana del Palacio Apostólico.
El Pontífice relató la escena del evangelio de Juan, en la que Jesús anuncia a Nicodemo que “el Hijo del hombre debe ser ensalzado porque Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único”. Explicó que, aunque Nicodemo no comprendió de inmediato esas palabras, lo haría después de la crucifixión, al ayudar a sepultar al Salvador.
Al cierre de la oración, León XIV recordó además el aniversario del Sínodo de los Obispos, instituido por Pablo VI en 1965 tras el Concilio Vaticano II. “Una intuición profética que deseo suscite un renovado compromiso por la unidad y la misión de la Iglesia”, afirmó.