
El Ministerio de Cultura (Mincul) informó que el pasado 8 de septiembre se llevó a cabo la recuperación extrajudicial de un sector del Paisaje Arqueológico Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, en el área conocida como Huaraco I, distrito de Río Grande, provincia de Palpa, región Ica.
La intervención fue desarrollada por la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica en coordinación con la Procuraduría Pública del ministerio y con el respaldo de la Policía Nacional del Perú, Comisaría Sectorial de Palpa. El operativo se enmarca en las disposiciones de la Ley N.º 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, y del Decreto Legislativo 1679, que regula el procedimiento especial para la recuperación extrajudicial de bienes culturales.
En el terreno, las autoridades constataron la presencia de construcciones precarias y ocupaciones ilegales. Se procedió al retiro de 17 chozas, cercos rústicos y plantaciones que afectaban la conservación de este espacio arqueológico reconocido internacionalmente.

El operativo se desarrolló de manera pacífica y contó con la participación de arqueólogos, abogados y personal de apoyo de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica, quienes verificaron el estado del área y coordinaron las acciones de limpieza.
Con esta medida, el Estado busca frenar el avance de invasiones que amenazan la integridad de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, uno de los patrimonios más representativos del país y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
El Ministerio de Cultura reiteró su compromiso de proteger este legado y exhortó a la ciudadanía a colaborar en su conservación, recordando que la defensa del patrimonio cultural es una responsabilidad compartida y esencial para mantener viva la identidad nacional.
200 personas invaden geoglifos de Nasca
En agosto pasado, un grupo de pobladores ingresó de manera ilegal, cerca de las 23:00 horas, a los terrenos colindantes con el área arqueológica conocida como El Telar de Buena Fe, en Nasca, lo que generó preocupación entre las autoridades locales y el Ministerio de Cultura. La ocupación se produjo en la zona de amortiguamiento del sitio, espacio protegido por el Estado, lo que activó de inmediato una respuesta institucional para resguardar el patrimonio.
La mañana del sábado 30 de agosto, el fiscal de turno llegó al lugar y exhortó a los invasores a retirarse, aunque la tensión en la zona se mantuvo. La Policía de Turismo, representantes del Ministerio de Cultura y funcionarios de la Gerencia de Turismo de Nasca acudieron para constatar la magnitud de los daños y prevenir un mayor avance de la invasión. Ante la gravedad del hecho, la Gerencia de Turismo y Desarrollo Económico de Nasca emitió un pronunciamiento informando que se habían coordinado acciones con diversas autoridades para enfrentar la situación y proteger los vestigios arqueológicos.

El comunicado precisó que los terrenos invadidos formaban parte del complejo arqueológico La Aguja y El Telar, declarado patrimonio cultural de la Nación. Este espacio integra el Paisaje Arqueológico Telar de Sacramento, célebre por sus geoglifos geométricos atribuidos a la cultura Nasca (0 – 250 d.C.), los cuales representan un telar prehispánico con líneas, espirales y trapecios que evocan la urdimbre, la trama y la aguja en plena confección textil. Los especialistas han señalado que el lugar no solo tuvo un significado simbólico, sino también ceremonial, vinculado al agua y la fertilidad.
Ubicado en Palpa, muy cerca de la plaza de armas, este conjunto arqueológico ofrece una vista privilegiada de los valles y campos de cultivo. Además, en sus alrededores se hallan geoglifos de la cultura Paracas, entre ellos la figura de un felino, lo que refuerza su valor como punto de convergencia cultural. La invasión, por lo tanto, no solo comprometió un espacio protegido, sino también un testimonio esencial de la historia prehispánica del Perú.