El expresidente Martín Vizcarra reveló nuevos detalles sobre el tiempo que estuvo privado de su libertad, primero en el penal de Barbadillo y luego en Ancón II.
En entrevista con Exitosa, Vizcarra afirmó que los cambios en su centro de reclusión fueron ordenados por el ministro de Justicia, Juan José Santiváñez. Para el exmandatario, es Santiváñez quien realmente gobierna el Perú; por ello, se refirió a él como “el presidente”.
“Aquí esta decisión la ha tomado el presidente del Perú, Santiváñez. (...) Obviamente, él es el que está gobernando. ¿Tú crees que hay alguien que tenga más peso que él? ¿Tú crees que el premier puede enmendarle la plana a Santiváñez?”, declaró.

Vizcarra recordó que su traslado a Piedras Gordas fue desordenado, ya que no existía un espacio adecuado para su reclusión. Esa es la razón por la que considera que el cambio desde Barbadillo respondió a una venganza política.
“Ese tipo de decisiones vienen de ese nivel (Ejecutivo). Porque, obviamente, todo el personal administrativo del INPE, el administrador, el director del penal, el alcaide que está… Nadie entendía”, agregó.
El exmandatario señaló que, al llegar a Piedras Gordas, al no tener un espacio asignado, tuvo que permanecer en la posta del lugar junto a internos con graves enfermedades.
Pese a eso, remarcó que nunca temió por su seguridad, pues todo el personal fue amable y atento con él.
Santiváñez tendría más poder que Eduardo Arana
Vizcarra sostuvo que la presidenta Dina Boluarte escucha más a Santiváñez que al presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana. Como ejemplo, mencionó el viaje que realizó a Suiza, donde defendió la ley de amnistía ante las Naciones Unidas, lo que —según dijo— evidencia la influencia del ministro en la actual gestión.
“Santiváñez se ha ido a Suiza para sustentar el retiro de Perú ante la Corte Interamericana. O sea, es el presidente del Perú, o sea, quien está ejerciendo la presidencia del Perú”, ratificó.

Traslados y encarcelamiento de Vizcarra
La situación penitenciaria del expresidente Martín Vizcarra estuvo marcada por traslados constantes y decisiones cuestionadas. El proceso comenzó con la disposición de trasladarlo del penal de Barbadillo al penal de Lurigancho.
Según explicó el entonces jefe del INPE, Iván Paredes, la puntuación penitenciaria de Vizcarra lo ubicaba en Lurigancho, uno de los establecimientos más hacinados del país. Sin embargo, finalmente se decidió enviarlo al penal de Ancón II, de mediana seguridad.
Las complicaciones no tardaron en aparecer. De acuerdo con las denuncias de su defensa, en Ancón II no existía un espacio asignado para su internamiento, lo que generó incertidumbre respecto a sus condiciones de reclusión. Vizcarra permaneció en esas circunstancias durante varios días, sin que se definiera con claridad su destino penitenciario.
La situación cambió tras la designación de Juan José Santiváñez como ministro de Justicia. Una de sus primeras medidas fue anunciar el retorno del exmandatario a Barbadillo, penal en el que cumplen condena otros expresidentes. Pocos días después de este último traslado, se dispuso la libertad de Vizcarra.
Santiváñez también confirmó la emisión de un decreto especial que regulaba de manera específica en qué establecimientos penitenciarios debían ser recluidos los exjefes de Estado, con el objetivo de dotar de un marco legal a una práctica que hasta entonces se había resuelto mediante criterios discrecionales.