Señales de alerta para tomar en cuenta en el Día Mundial de la Prevención del Suicidio

De acuerdo con estadísticas manejadas por el INSM, el 90% de los casos de suicidio están asociados a cuadros de depresión y ansiedad vinculados a factores como violencia, rupturas amorosas o problemas económicos

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Día Mundial de la Prevención
Día Mundial de la Prevención del Suicidio. (Foto: Andina)

En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, la psiquiatra y psicoterapeuta Vanessa Herrera, directora ejecutiva de la Dirección de Salud Colectiva del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), subrayó que identificar a tiempo las señales de alarma y brindar apoyo emocional son factores decisivos para evitar tragedias.

Herrera explicó que existen indicadores verbales y no verbales que pueden advertir sobre una ideación suicida. Entre ellos, cambios de comportamiento evidentes como bajo rendimiento laboral, escolar o universitario; variaciones abruptas en el estado de ánimo; irritabilidad; tristeza prolongada; dificultad para dormir; cansancio constante y una visión pesimista del futuro.

A estas señales se suman expresiones verbales como “ya no puedo más”, “quisiera desaparecer” o “me quiero morir”, frases que nunca deben ser minimizadas. La especialista recalcó que la respuesta adecuada es escuchar activamente, sin emitir juicios ni críticas. “Frases como ‘pon de tu parte’ o ‘no es para tanto’ invalidan el sentimiento y pueden incrementar el riesgo de que la persona concrete su intención”, señaló.

Crédito iStock
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Otra señal de alarma es la llamada “depresión sonriente”, un estado en el que alguien aparenta bienestar, pero esconde un malestar profundo. “Una excesiva alegría poco coherente con el contexto puede ser un síntoma que pasa desapercibido, pero que requiere atención inmediata”, indicó Herrera.

De acuerdo con estadísticas manejadas por el INSM, el 90 % de los casos de suicidio están asociados a cuadros de depresión y ansiedad vinculados a factores como violencia, rupturas amorosas, problemas económicos o dificultades en el entorno educativo y laboral.

¿Quiénes son los más vulnerables?

Los adolescentes y jóvenes conforman el grupo de mayor riesgo. Según Herrera, en estas etapas de la vida existe mayor probabilidad de que los intentos de suicidio se concreten. “La adolescencia está marcada por presión social, conflictos familiares y divorcios que afectan directamente la salud mental. En la juventud, los problemas se relacionan con la carga académica, los primeros empleos o la falta de oportunidades laborales”, puntualizó.

Aunque la autoeliminación puede presentarse en todos los estratos sociales, las personas en situación de pobreza, soledad o con sobrecarga de cuidados presentan un riesgo aún mayor. En cuanto a diferencias de género, la especialista indicó que las mujeres realizan más intentos, pero los hombres consuman en mayor proporción el acto suicida debido a que suelen reprimir sus emociones y no buscan ayuda a tiempo.

Crédito Colprensa
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“Las estadísticas evidencian que los varones no acostumbran expresar lo que sienten ni pedir apoyo, lo que incrementa la probabilidad de un desenlace fatal. Por eso es importante analizar el problema desde una perspectiva de género y edad”, manifestó.

¿Cuándo preocuparse y cómo ayudar?

Experimentar episodios de ansiedad o tristeza ocasional es normal; sin embargo, si estos síntomas se prolongan por más de dos semanas y afectan funciones básicas como el sueño, el apetito o las relaciones sociales, se requiere acudir a un especialista en salud mental.

La psiquiatra recalcó que la prevención es posible si se ofrece una atención integral que combine tratamiento médico, acompañamiento psicológico y soporte social. La primera acción que cualquier persona puede realizar es escuchar sin juzgar, sin banalizar lo que se expresa y evitando frases desalentadoras.

Posteriormente, se debe acompañar a la persona a un centro de salud o comunicarse con los servicios de ayuda disponibles. En el Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) cuenta con la Línea 113, opción 5, atendida por psicólogos que ofrecen apoyo gratuito las 24 horas del día. Además, los Centros de Salud Mental Comunitarios operan en todos los distritos del país y brindan atención profesional a quienes lo necesiten.

Factores de riesgo

El 78% de los suicidios
El 78% de los suicidios en 2024 corresponde a hombres y más del 80% afecta a jóvenes y adultos - crédito iStock

Mary Castro, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, señala que conversar con alguien con pensamientos suicidas puede ser difícil, pero es esencial. Se recomienda iniciar el diálogo expresando observaciones concretas para que la persona se abra y se sienta comprendida. También se puede ofrecer compañía, plantear estrategias desde una visión externa empática (respetando sus emociones) y reforzar la idea de que cuenta con un entorno dispuesto a apoyarlo para que se sienta mejor.

Tener antecedentes de depresión u otros problemas de salud mental, historial de suicidio en el núcleo familiar, ausencia de vínculos afectivos sólidos, así como el consumo o abuso de sustancias como drogas o alcohol, son factores de riesgo que predisponen a crisis emocionales con posibles desenlaces fatales.

Por ello, es fundamental fomentar relaciones sólidas y saludables desde la infancia, tanto en el ámbito familiar como en el social. También es importante integrarse en comunidades con las que se compartan intereses más allá de lo laboral. Una autoestima adecuada, junto con habilidades para resolver problemas y tolerar el estrés, contribuye a mantener la estabilidad mental.

La especialista subraya que es urgente desmentir los mitos que existen alrededor de este grave problema de salud pública. No podemos ignorar el sufrimiento de alguien solo porque no entendemos su dimensión. Es necesario ser empáticos y darle la atención que merece. Pensamientos como “si lo dice, no lo hará”, “habla por hablar” o “solo quiere llamar la atención”son en realidad gritos de ayuda. No sea indiferente.