La explosión registrada la noche del 4 de septiembre en la urbanización Las Quintanas de Trujillo dejó importantes daños estructurales y afectó a varias familias, según confirmaron autoridades. El incidente, que ocurrió exactamente a las 22:44 horas, provocó el colapso de varios techos y paredes en viviendas del sector.
Una de las escenas más impactantes fue la vivida por una anciana que se encontraba en su dormitorio al momento de la detonación. Las cámaras de seguridad documentaron el momento en que una parte del techo de material prefabricado cayó sobre su rostro, mientras permanecía recostada junto a un balón de oxígeno. La grabación muestra el instante en que la afectada se cubrió parte del rostro con la mano tras el impacto, evidenciando gestos de dolor. Un familiar acudió rápidamente en su auxilio.
El accidente no alcanzó el cilindro de oxígeno que permanecía a escasos centímetros de la víctima. De haber dañado el tanque, las consecuencias para la mujer y su entorno inmediato habrían resultado catastróficas. Los primeros reportes médicos indicaron que la anciana sufrió heridas leves por la caída de fragmentos de baldosas y materiales estructurales desprendidos por la sacudida.
Momentos de terror
Una fuerte explosión estremeció la noche del 4 de septiembre la urbanización Las Quintanas, ubicada cerca del Centro Histórico de Trujillo, tras la detonación de un artefacto explosivo en la puerta principal de un edificio multifamiliar. El estallido destruyó la fachada del inmueble y provocó daños significativos en las habitaciones de los primeros niveles, donde se encontraban varios residentes.
El pánico se extendió entre los habitantes. Una vecina intentó forzar el ingreso para prestar ayuda y varias mascotas corrían asustadas. La onda expansiva también generó afectaciones en viviendas cercanas, y transeúntes y vecinos mostraron temor por lo ocurrido. La Policía Nacional del Perú (PNP) y agentes de serenazgo municipal llegaron poco después. Gracias a las grabaciones recogidas, las autoridades lograron detener a dos sospechosos que escapaban en motocicleta.
Las primeras investigaciones señalan que el ataque podría estar relacionado con mafias dedicadas a la minería ilegal en la provincia de Pataz. El inmueble pertenece a una empresaria minera identificada como Sánchez Iparraguirre, aunque no se encontraba en el edificio durante el atentado ni había presentado denuncias previas por extorsión. De acuerdo con la PNP, los detenidos confesaron haber actuado bajo órdenes de una organización criminal local.
Las autoridades recomiendan mantener la calma ante una explosión y priorizar la seguridad personal. De acuerdo con la Policía Nacional del Perú (PNP) y directivas de Defensa Civil, la persona debe alejarse de ventanas, puertas y objetos que puedan caer o romperse. Es aconsejable buscar refugio en una zona estructuralmente segura, como el marco de una puerta o bajo una mesa resistente.
Si resulta seguro hacerlo, se debe abandonar el inmueble y dirigirse a un lugar abierto para evitar riesgos ante posibles réplicas o derrumbes. Las autoridades sugieren no acercarse al lugar de la explosión y evitar manipular objetos extraños en el área afectada. Además, es importante notificar inmediatamente a la policía o bomberos y esperar la llegada de equipos de emergencia para recibir indicaciones.
En situaciones donde haya personas heridas, se recomienda no moverlas a menos que corran peligro inmediato y brindar primeros auxilios básicos hasta la llegada de profesionales.