La muerte todavía ronda la obra de Eduardo Tokeshi, pintor e ilustrador peruano que en el 2022 saltó a la arena literaria con “Sanzu”. “Luego de hablar con mis muertos o mis vivos, tenía que aparecer una especie de continuación”, contó el artista a Infobae Perú para referirse a una muerte que no mata ni aterra, sino que sueña, duda, descubre y lamenta los miles de muertos que el Perú ha acumulado a lo largo de su historia.
Abochornado por el calor de enero y la humedad de Lima, Tokeshi soltó una frase que suelen repetir los capitalinos cuando la ciudad se acerca cada vez más al infierno: “Este calor es la muerte”. Ese fue el primer brochazo de un personaje de rostro cadavérico aunque de corazón noble, uno “que realiza un recorrido transversal por todas las experiencias de la vida, que se enamora, habla de la patria, discute sobre arte” y hasta tiene la suerte de tratar con Julio Ramón Ribeyro, Umberto Eco, Martín Adán y demás escritores. “Esta muerte aparece pensando vallejianamente con la mano en el mentón”, dice Tokeshi, aunque su creación todavía no ha tenido la dicha de conocer al autor de “Trilce”.

“Creo que mi obra y mi imaginación han vivido más que yo. Ser estudiante en los ochentas y noventas era vivir entre bombazos y muertos. De alguna manera, lo tanático ha vivido conmigo. Pero también lo ha hecho algo tan contrario como la idea del amor, la familia y los hijos que son la representación totalmente contraria de la muerte porque son la continuación de uno”, cuenta Tokeshi.
Entre las hojas de varios Moleskine una nueva idea de la muerte empezó a cobrar forma. Las imágenes de 2016, nacidas de una primera visita a la clínica por la elevada presión arterial del artista, son más irónicas, atrevidas y astutas que las creadas en el verano de 2025. Las realizadas poco después de una aproximación más directa con la muerte miran más hacia el espacio, esa inmensidad a la que regresaremos convertidos otra vez en polvo.

“Yo vivo de la imagen”, cuenta Tokeshi a Infobae Perú. Su obra lo confirma, pero desde el plano económico cómo puede un artista vivir de la imagen en un contexto tan difícil y olvidado como el peruano. Como muchos de sus colegas, la docencia universitaria aparece como un gran aliado, pero el autor de “La muerte un día de verano” es consciente de que el arte debe calar en todos los niveles educativos.
“Me gusta enseñar porque fomento la curiosidad y a partir de ahí es posible unir puntos. Así es posible establecer dinámicas con todos, desde los más pequeños hasta los más grandes, para establecer estructuras que sirvan no solo para educación artística, sino que también fomenten la sensibilidad sin dejar de lado la mirada tecnológica”, asegura Tokeshi para luego recordar el poco interés que existe sobre esta tarea pendiente y rescatar una frase de otra Cristina Gálvez, otra artista peruana: “Lo bonito de este país que nada está hecho y todo está por hacerse”.
Ficha técnica

Título: La muerte un día de verano
Autor: Eduardo Tokeshi
Editorial: Reservoir Books
Páginas: 162
Precio: S/. 129.00
Eduardo Tokeshi nació en Lima en 1960. Es artista visual, pintor, instalacionista, ilustrador y escenógrafo. Licenciado en Pintura por la Facultad de Arte y Diseño de la Pontificia Universidad Católica del Perú, escuela donde ejerce actualmente la docencia. Ha representado al país en las Bienales de São Paulo, La Habana y Lyon, y realizado innumerables muestras individuales y colectivas en su país y en el extranjero. Recibió los premios del Salón de Dibujo del Icpna y la Southern Perú. “La muerte un día de verano” es el resultado de la tesis para obtener el grado de Magíster en Escritura Creativa en la PUCP.