Martín Vizcarra y su denuncia mal infundada tras salir de prisión: el SIDA no se contagia, es la fase terminal del VIH

El expresidente fue liberado este jueves tras pasar más de 20 días en prisión preventiva. A su salida, denunció haber compartido celda con internos “contagiados de sida y tuberculosis”, una afirmación errónea que reaviva la necesidad de explicar con claridad qué es el VIH y cómo se transmite realmente este virus

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MartínVizcarra y su lamentable declaración
MartínVizcarra y su lamentable declaración tras salir de prisión. (Foto: Composición)

Tras la resolución de la Tercera Sala Penal Nacional, que revocó la orden de prisión preventiva de cinco meses, el expresidente Martín Vizcarra dejó el penal de Barbadillo, en Ate Vitarte. El exmandatario, procesado por presunto delito de cohecho pasivo propio durante su gestión como gobernador de Moquegua, abandonó el recinto a pie, acompañado de su hermano Mario Vizcarra y en medio de muestras de apoyo de simpatizantes.

En declaraciones a la prensa, Vizcarra denunció supuestas irregularidades en su detención y relató las condiciones en las que permaneció recluido. Según indicó, en el penal durmió “con internos contagiados de sida y tuberculosis”. Sus palabras generaron confusión, pues parten de una concepción equivocada de lo que significa el SIDA y de cómo opera el virus que lo provoca.

El SIDA no es contagioso: es la etapa avanzada del VIH

El SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) no es una enfermedad que se contagie por compartir un espacio con otras personas. Se trata de la fase más avanzada de la infección por VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), cuando el sistema inmunológico está gravemente debilitado y el cuerpo queda expuesto a infecciones y enfermedades oportunistas.

(Imagen ilustrativa Infobae)
(Imagen ilustrativa Infobae)

Un paciente se considera en etapa de SIDA cuando:

  • Su conteo de células CD4 baja a menos de 200 por milímetro cúbico de sangre.
  • Presenta enfermedades oportunistas como neumonía por Pneumocystis jirovecii, tuberculosis extrapulmonar, sarcoma de Kaposi o toxoplasmosis cerebral.

Sin tratamiento, el VIH puede evolucionar a SIDA en un plazo de meses o incluso años. Sin embargo, gracias a la terapia antirretroviral, muchas personas logran mantener una carga viral indetectable y nunca desarrollan la fase de SIDA.

VIH: transmisión y no “contagio”

Especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de ONUSIDA aclaran que el VIH no se contagia como la gripe o el resfriado. El término correcto es transmisión, porque el virus solo pasa de una persona a otra mediante fluidos corporales específicos: sangre, semen, fluidos vaginales y rectales, y leche materna.

Esto ocurre en circunstancias muy concretas:

  1. Relaciones sexuales sin protección.
  2. Compartir agujas o jeringas contaminadas.
  3. Transfusiones de sangre no seguras.
  4. De madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia, sin tratamiento adecuado.

En cambio, abrazar, dar la mano, compartir cubiertos, usar el mismo baño o dormir en un mismo espacio no transmite el VIH. Incluso la saliva contiene enzimas que inactivan el virus, lo que hace imposible su transmisión en situaciones de convivencia cotidiana.

Prevención: cinco claves para frenar la transmisión

(Infobae Perú / Biolinks, Mi
(Infobae Perú / Biolinks, Mi Sistema Inmune)

La ciencia y la medicina han establecido estrategias efectivas para reducir el riesgo de transmisión del VIH:

  • Uso de preservativos en todas las relaciones sexuales.
  • Profilaxis preexposición (PrEP): fármaco preventivo para personas en riesgo.
  • Profilaxis posexposición (PEP): tratamiento de emergencia dentro de las 72 horas tras una exposición al virus.
  • Tratamiento como prevención (TasP – U=U): personas con VIH en terapia antirretroviral y con carga viral indetectable no transmiten el virus.
  • Prevención materno-infantil: con tratamiento adecuado, el riesgo de transmisión de madre a hijo puede bajar a menos del 1 %.

Educación para combatir la desinformación

Declaraciones como las de Vizcarra evidencian la necesidad urgente de reforzar la educación pública sobre VIH y SIDA. El uso impreciso del término “contagio” y la asociación errónea con la convivencia cotidiana perpetúan mitos y estigmas que afectan a las personas que viven con VIH.

En el Perú, alrededor de 97 000 personas viven con VIH, según cifras del Ministerio de Salud. La gran mayoría sigue tratamiento y puede llevar una vida plena sin riesgo de transmitir el virus a otros si mantienen su carga viral indetectable.

Por ello, los especialistas insisten en que la prevención, el diagnóstico temprano y el acceso universal al tratamiento son la verdadera vía para combatir la epidemia, no el miedo ni la desinformación.