
Un niño peruano de apenas nueve años acaba de colocar al país en la mira del ámbito académico internacional. Jofran Uchasara, estudiante de primaria, se convirtió en el ganador absoluto de un concurso mundial de matemáticas organizado por la Universidad de Toronto, en Canadá. Su historia, marcada por la perseverancia y el respaldo de su familia, no solo refleja disciplina y talento, sino también la importancia del apoyo colectivo para alcanzar metas que parecían inalcanzables.
El logro de Jofran se concretó en medio de un ambiente de intensa competencia. En el certamen participaron representantes de 14 países de diversos continentes, todos con el mismo reto: resolver un examen de 30 preguntas en un máximo de 45 minutos. El pequeño peruano sorprendió al completarlo en apenas 37, un detalle que lo llevó a ocupar el primer lugar y recibir la medalla de oro. “Primero, cuando yo saqué el primer puesto, me sentí ‘wow’, es un logro muy grande, qué bueno. Me puse muy nervioso y también muy feliz”, contó con la emoción aún fresca en entrevista con RPP.
El camino para llegar a Canadá no estuvo exento de dificultades. El niño incluso pensó en rifar su bicicleta para recaudar fondos, iniciativa que dio a conocer a través del Rotafono de RPP. La respuesta no tardó: instituciones, vecinos, el Ministerio de Educación y la Embajada de Canadá se sumaron al esfuerzo para cubrir los gastos. Su madre, Erika Zúñiga, expresó su gratitud de manera clara: “Aquella vez hicimos una rifa profondos, recibimos mucha audiencia. […] Nos sentimos muy contentos, muy orgullosos, muy felices. Es un logro para él, para nosotros y para todo el Perú”.
Una competencia exigente

El concurso se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad de Toronto y reunió a más de un centenar de estudiantes en diferentes categorías. Jofran participó en el nivel correspondiente a segundo grado de primaria y destacó frente a decenas de concursantes en su grupo. Según relató el propio menor, el examen comenzó con operaciones sencillas, pero el nivel de complejidad aumentaba a medida que avanzaba. “En las primeras, que eran suma, resta, división, estaban fáciles, pero cuando se había incrementado el número de la pregunta eran más difíciles”, explicó.
A pesar de la presión del tiempo y de la dificultad de los ejercicios, Jofran logró resolver todo el cuestionario antes de que se cumplieran los 45 minutos. Esa rapidez, sumada a la precisión de sus respuestas, lo colocó en la cima del ranking. Su certificado, otorgado por la universidad organizadora, acredita la medalla de oro y lo reconoce como ganador mundial en su categoría.
La madre del menor recordó con detalle la etapa previa al viaje. Señaló que, al principio, la preocupación por los costos era enorme, pero la respuesta de instituciones y personas comunes les devolvió la esperanza.
Ese respaldo permitió que el niño pudiera concentrarse en su preparación. La familia se mostró emocionada al recibir la noticia del triunfo en Canadá, donde las rondas de aplausos acompañaron el anuncio oficial. “Cuando nos dieron la noticia que Jofran tenía la medalla de oro en su categoría, nos sentimos muy contentos, muy orgullosos, muy felices y poder venir a nuestro Perú con la medalla de oro”, recordó Erika Zúñiga.
Metas que miran al futuro

Actualmente, Jofran no piensa detenerse. Entre sus planes está continuar su preparación para participar en la Olimpiada Internacional de Matemáticas (IMO) cuando ingrese a la secundaria. “Poder, mi sueño es poder ganar la IMO que es la competencia mundial de matemáticas”, dijo con firmeza.
Por ahora, el joven campeón sigue asistiendo a clases en su colegio, mientras sus padres lo alientan a mantener la constancia. En paralelo, su historia inspira a otros niños y genera un eco de reconocimiento en el país, donde casos como el suyo evidencian la importancia de invertir en la formación académica de los más pequeños.