Nicola Porcella confiesa lo complicado que fue trabajar con Angie Arizaga en ‘Ven, baila quinceañera’

Nicola Porcella sorprendió al abrir un capítulo sensible de su vida personal y profesional: las grabaciones de la telenovela 'Ven, Baila Quinceañera’, emitida por América Televisión en 2015.

En aquella producción coincidió con su expareja, Angie Arizaga, en un contexto marcado por la tensión mediática y la presión del público.

El exintegrante de 'Esto es Guerra’, que recientemente regresó al Perú tras consolidar su carrera actoral en México, reconoció que trabajar junto a Arizaga en ese momento fue una experiencia difícil de manejar.

El actor explicó que su falta de experiencia en la actuación influyó en la manera en que enfrentó esa etapa. Tanto él como Angie Arizaga eran figuras mediáticas, protagonistas de titulares en la prensa de espectáculos, lo que intensificaba la tensión en cada escena compartida.

Su confesión generó sorpresa en sus seguidores, ya que pocos conocían los detalles de lo que sucedía detrás de cámaras. Para el público, Ven, baila quinceañera fue un éxito juvenil, pero para Nicola significó uno de los momentos más desafiantes de su carrera.

Nicola Porcella y Angie Arizaga protagonizaron una de las relaciones más mediáticas de la farándula peruana. Su romance, nacido en los sets de Esto es guerra, estuvo expuesto desde el inicio a la mirada del público y de los medios. Con el paso del tiempo, la relación terminó en medio de polémicas y controversias, lo que marcó a ambos en lo personal y profesional.

Cuando coincidieron en Ven, baila quinceañera, el peso de esa exposición todavía estaba presente. Porcella recordó que el ambiente era vigilado de cerca, incluso por los altos mandos de la producción, preocupados por lo que pudiera ocurrir entre ambos.

“Me habían sacado de la tele. Era complicado. La gente que estaba dentro de la novela sabía el contexto. Sabían lo que yo estaba pasando y lo que esa persona también estaba pasando. Para ninguno de los dos era fácil grabar”, reveló.

Nicola explicó que la tensión no solo era emocional, sino también profesional. El hecho de tener que grabar escenas de ficción con su expareja, en medio de un contexto personal doloroso, representó un gran reto para él.

“Imagínate todo lo que estaba pasando alrededor, que nosotros tenemos que arreglar una escena y estaba toda la producción de América, todo para ver si pasaba algo. Era supercomplicado darle verdad a la escena en ese contexto”, expresó.

Esa situación lo llevó a reflexionar sobre cómo, con los años, adquirió la madurez suficiente para separar la vida personal de la profesional. Sin embargo, en ese entonces, no contaba con las herramientas para manejar el peso de la presión externa.

Más allá del recuerdo tenso, Nicola también destacó lo que significó esa etapa como un aprendizaje clave en su carrera. Con el tiempo, pudo asumir personajes distintos y desligarse de la imagen de “galancito” que lo había acompañado en televisión.

Relató que, en México, recibió comentarios positivos de grandes referentes de la actuación que lo ayudaron a valorar su propio crecimiento. “A veces uno escucha lo malo, pero cuando te vas al set y se te acerca Salvador Sánchez y te felicita, o que venga María Rojo o Patricia Reyes Espíndola a decirte: ‘Te felicito por lo que estás haciendo’, eso te da fuerza”, contó.

Para Porcella, interpretar un rol diferente a lo habitual lo obligó a salir de su zona de confort. “Mi personaje no era uno que yo estaba acostumbrado a hacer. Siempre hice de galán y esto me cambió totalmente. Crear un personaje desde cero es supercomplicado”, añadió.

Tras su paso por México, donde participó en telenovelas y programas de televisión, Nicola regresó al Perú con una nueva visión de su carrera. Asegura que las experiencias difíciles, como las vividas junto a Angie Arizaga en Ven, baila quinceañera, fueron determinantes para convertirse en un actor más maduro.

Aunque su historia con Arizaga sigue siendo parte de la memoria del público, Porcella ha buscado enfocarse en proyectos profesionales y en seguir desarrollando su faceta artística. Su testimonio en el podcast refleja un lado humano pocas veces mostrado, donde reconoce sus errores y aprendizajes.