
El plátano es una de las frutas más consumidas en el Perú, no solo por su sabor versátil, sino también por el aporte de energía, fibra, vitaminas y minerales que ofrece. En nuestro país existen diversas variedades como el plátano de isla, el plátano de seda, el plátano bizcocho, el bellaco o el plátano verde, cada uno con características particulares. De acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa), el consumo frecuente de frutas como el plátano contribuye a una dieta balanceada que ayuda a prevenir la anemia, la desnutrición y otras enfermedades relacionadas con una alimentación deficiente.
Por su parte, el Seguro Social de Salud (EsSalud) recomienda incorporar el plátano como parte de una dieta saludable, especialmente en niños y adultos mayores, porque es fuente de potasio y fibra, nutrientes que favorecen la digestión y la salud cardiovascular. Sin embargo, aunque el plátano verde es muy valorado por su contenido de almidón resistente y su capacidad para aportar saciedad, no todas las personas pueden consumirlo sin riesgos.
Estas personas no deben comer plátano verde

- Personas con problemas renales: el plátano verde es rico en potasio, un mineral que regula la presión arterial y la función muscular. Sin embargo, quienes padecen insuficiencia renal crónica deben moderar o evitar su consumo, ya que sus riñones no pueden eliminar el exceso de potasio. Esto podría provocar hiperpotasemia, una condición que afecta al corazón y puede llegar a ser peligrosa.
- Personas con colon irritable o problemas digestivos severos: el plátano verde contiene almidón resistente, que funciona como fibra. Si bien esto es beneficioso en la mayoría de personas, en quienes tienen síndrome de intestino irritable, colitis o tendencia a gases e inflamación, el consumo de plátano verde puede aumentar el malestar abdominal.
- Pacientes con diarrea aguda: aunque el plátano maduro suele recomendarse para reponer energía y minerales durante episodios de diarrea, el plátano verde no es aconsejable porque su alto contenido de almidón puede resultar más difícil de digerir y empeorar la situación.
- Personas en dietas muy bajas en carbohidratos: el plátano verde es una fuente importante de carbohidratos complejos. Aquellos que siguen planes de alimentación como la dieta cetogénica o regímenes médicos que restringen los carbohidratos deben evitarlo para no alterar sus resultados.
Plátanos que pueden reemplazar al plátano verde

Si una persona no puede consumir plátano verde, existen otras variedades que pueden aportar beneficios sin causar malestar:
- Plátano de seda o manzano: es más dulce, de fácil digestión y contiene menos almidón resistente. Ideal para quienes buscan energía rápida y suave para el sistema digestivo.
- Plátano de isla: rico en potasio y magnesio, puede ser consumido en su punto de maduración, lo que lo hace más ligero para el estómago.
- Plátano bizcocho: pequeño y dulce, es una opción práctica para meriendas y recomendado en niños y adultos mayores por su buena digestibilidad.
La clave está en elegir plátanos en un punto de maduración adecuado. Los plátanos más maduros, de cáscara amarilla con manchas, son generalmente más fáciles de digerir que los verdes.
Otros plátanos con los que también hay que tomar precauciones
Aunque el plátano es un alimento muy saludable, no todas sus variedades son aptas en exceso para todas las personas:
- Plátano maduro en exceso para diabéticos: los plátanos muy maduros tienen un índice glucémico más alto, lo que significa que elevan con rapidez los niveles de azúcar en la sangre. Las personas con diabetes deben moderar su consumo y siempre acompañarlo de una dieta balanceada.
- Plátano frito o en preparaciones muy grasosas: independientemente del tipo de plátano, cuando se fríe (como en el caso de los patacones o chifles) aumenta significativamente el aporte calórico y de grasas saturadas. Esto puede ser contraproducente para personas con colesterol alto, hipertensión o problemas de peso.
- Plátano en exceso en personas con hiperpotasemia: aquellas que ya tienen niveles elevados de potasio deben vigilar el consumo de cualquier tipo de plátano.