El fuerte oleaje que afecta la costa norte del país ha causado estragos en el distrito chiclayano de Pimentel, donde varias embarcaciones fueron arrastradas desde el fondeadero frente a la Capitanía de Puerto. La fuerza del mar provocó que las naves quedaran varadas y destruidas en la playa de San José, generando preocupación entre los pescadores artesanales.
Más de 100 pescadores que utilizan caballitos de totora para sus faenas de pesca se han visto gravemente afectados. Estas embarcaciones son fundamentales para trasladarse mar adentro, aproximadamente una milla y media, y garantizar la captura de recursos marinos en zonas más seguras. La falta de embarcaciones ha dejado a estas familias prácticamente sin fuente de trabajo.
Entre las más afectadas se encuentra la embarcación Mi Angie I, cuyo propietario reportó pérdidas superiores a 50 mil soles. Los pescadores denuncian la falta de apoyo inmediato por parte de las autoridades y exigen medidas concretas que les permitan recuperar su única fuente de ingresos. Mientras tanto, el mar sigue presentando condiciones peligrosas, retrasando el regreso a sus labores habituales.
Debido a la emergencia, esta tarde un grupo de pescadores artesanales de Pimentel se trasladó al Gobierno Regional de Lambayeque para solicitar apoyo urgente de las autoridades. Los hombres de mar buscan asistencia inmediata ante las cuantiosas pérdidas que les ha dejado el oleaje anómalo.
Pérdidas económicas golpean a pescadores de Pimentel
Los daños causados por el oleaje anómalo en Pimentel no solo afectan a embarcaciones de mayor tamaño, sino también a más de 100 pescadores que utilizan caballitos de totora para sus faenas. Estas embarcaciones tradicionales son esenciales para trasladarse mar adentro y garantizar la captura de recursos marinos en zonas seguras. Los restos de Mi Angie I y otras lanchas en la orilla son testimonio del impacto devastador del mar, dejando a decenas de familias sin sustento.
“Ahora estamos prácticamente sin fuente de trabajo. Cinco compañeros han perdido totalmente sus embarcaciones y los demás apenas hemos podido rescatar pedazos. Dependemos del día a día para sostener a nuestras familias y ya llevamos varios días sin poder pescar”, declaró un pescador de caballito de totora a la Agencia Andina. Los afectados advierten que la situación podría empeorar si no reciben apoyo urgente.

Además, anoche se encontró otra embarcación totalmente destrozada en la Playa Naylamp, en Lambayeque, lo que evidencia que el fenómeno no respeta límites locales y pone en riesgo la economía de toda la zona litoral.
Pescadores arriesgan sus vidas para salvar embarcaciones
Desde la madrugada del lunes, los pescadores artesanales de Pimentel enfrentaron una difícil decisión: ingresar al mar para intentar resguardar sus embarcaciones pese a no contar con autorización de la Capitanía del puerto. La fuerza del oleaje arrastraba las naves mar adentro y algunas ya habían terminado varadas en la playa San José.

“Hay pescadores que están embarcándose para salir un poco más afuera, por el mismo oleaje que hay. Ya tenemos pérdidas acá en el litoral de Pimentel. Ahorita se preocupan por las embarcaciones porque una vez que se hundan, ¿quién las va a recuperar? Nadie te va a dar una embarcación o un motor”, señaló un pescador en diálogo con RPP Noticias.
El mismo armador detalló que el valor de una embarcación completa con motor podría alcanzar entre 100 y 150 mil soles, cifra que evidencia la magnitud del perjuicio económico que afrontan. La falta de medidas preventivas y de asistencia inmediata ha complicado aún más la situación.
¿Hasta cuándo seguirán los puertos cerrados por el oleaje?
El oleaje anómalo que afecta la costa peruana ha provocado el cierre de más de 110 puertos, ocasionado daños en infraestructuras costeras y provocado incluso una víctima mortal. La Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú advierte que el fenómeno podría extenderse hasta el próximo miércoles 27 de agosto, manteniendo en alerta a pescadores y autoridades.
Según el capitán de fragata Enrique Varea, el país ha registrado el oleaje más intenso del 2025, con olas que alcanzaron el doble de su altura habitual. “Estamos hablando de una altura de ola aproximada del doble de lo normal”, indicó el oficial a Exitosa. Por ello, las operaciones portuarias se mantienen restringidas en el sur y centro del país, mientras que en el norte solo algunos puertos continúan funcionando con limitaciones.
Los pescadores de Pimentel y otras zonas costeras esperan que las condiciones marítimas mejoren lo antes posible para poder retomar sus actividades. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y las pérdidas económicas acumuladas reflejan la vulnerabilidad de quienes dependen de la pesca artesanal para subsistir.



