La crisis de seguridad ciudadana ha acorralado al transporte público en Lima y ahora se suma una nueva preocupación para los pasajeros: el incremento del pasaje, consecuencia directa de las exigencias económicas de mafias extorsionadoras que controlan parte del sector. Los pasajeros, antes temerosos por los asaltos y ataques a buses y cústers, ahora deben afrontar también el impacto económico de esta situación.
En las últimas semanas, los usuarios han reportado que el costo del pasaje en ciertas rutas urbanas subió 0.50 céntimos, medida que, según los transportistas, obedece a la necesidad de cubrir los montos exigidos por las organizaciones criminales. Estas mafias demandan 50.000 soles por concepto de matrícula a las empresas transportistas y cobran 20 soles diarios por cada unidad para permitir su operación en las calles. Varios conductores y empresarios han optado por suspender el servicio ante el riesgo de sufrir ataques mortales.
El temor no es infundado: en lo que va de 2025, 43 personas han fallecido en atentados directos contra buses y cústers, cifra que preocupa a la ciudadanía y motiva a algunas familias a buscar alternativas de traslado, incluso caminando trayectos mayores por la falta de unidades en circulación. Las familias más afectadas residen en zonas periféricas o de alto tráfico, donde la presencia del crimen organizado ha minado la capacidad de respuesta de las empresas de transporte.
Algunas compañías de buses han dejado de operar momentáneamente para evitar represalias, mientras otras intentan sostener su negocio a costa de trasladar el costo de la inseguridad a los pasajeros. Frente a este escenario, los usuarios no solo deben buscar rutas alternativas o caminar distancias más largas, sino también soportar un gasto adicional no previsto, en medio de una coyuntura marcada por la vulnerabilidad y la ausencia de soluciones efectivas para detener la violencia y el avance del crimen en el transporte urbano.
Reciente atentado
Un bus de la empresa de transporte Machu Picchu fue atacado a balazos la noche del sábado 23 de agosto en la zona de Los Cedros de Villa, en Chorrillos, dejando herido a un pasajero. El ataque, perpetrado por dos individuos a bordo de una motocicleta, ocurrió cerca de la intersección de las avenidas Horizonte y San Marcos. Testigos informaron que los ocupantes de la moto interceptaron frontalmente el vehículo y dispararon contra el lado del conductor. Agustín Ramírez Leiva, de 45 años, que estaba sentado junto al chofer, recibió el impacto y fue trasladado al hospital Casimiro Ulloa, donde permanece estable.
En el lugar, la Policía Nacional halló al menos dos orificios de bala en el bus y recogió casquillos para la investigación. El incidente generó pánico entre los pasajeros y reforzó la preocupación por el aumento de ataques vinculados a la extorsión en el transporte público limeño. Según fuentes del sector, las agresiones buscan presionar a las empresas para que paguen “cupos” exigidos por bandas criminales.
El conductor del bus y trabajadores de la empresa manifestaron temor por su integridad, hecho agravado por la serie de atentados reportados en las últimas semanas. La policía mantiene patrullajes en la zona y exhorta a las líneas de transporte a tomar mayores precauciones mientras continúan las investigaciones para identificar a los responsables.