
La tarde del viernes 22 de agosto, la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) informó que, debido a la presencia de intensas ráfagas de viento y arena en la región Ica, se dispuso la suspensión de las operaciones aéreas en el aeropuerto de Pisco y en el aeródromo de Nasca. La medida se adoptó como parte de los protocolos de seguridad para proteger a pasajeros, tripulación y operadores.
Según el reporte oficial, el personal de Corpac monitorea en tiempo real las condiciones meteorológicas para restablecer las actividades apenas resulte seguro hacerlo. En paralelo, se confirmó que en Tacna y Arequipa también se registraron episodios de viento fuerte y neblina, aunque sin interrumpir los vuelos programados.
“Reafirmamos nuestro compromiso de mantener los más altos estándares en seguridad aérea y garantizar operaciones confiables para los usuarios”, indicó la entidad en un comunicado.
Polvo cubrió Pisco y Paracas con arena y baja visibilidad
El fenómeno climático sorprendió a los habitantes de Pisco y Paracas, donde en cuestión de minutos el paisaje quedó cubierto por una densa nube de arena. Conductores y peatones se vieron obligados a extremar precauciones en medio de una visibilidad que se redujo a tan solo 100 metros.

La Asociación de Aficionados a la Meteorología (Asismet) reportó ráfagas de 61 km/h, mientras en redes sociales circularon imágenes que mostraban avenidas semivacías y un cielo teñido de tonos marrones y anaranjados, apenas iluminado por un sol cubierto de polvo.
En el distrito de Paracas, principal destino turístico de la región, se suspendieron actividades marítimas y servicios en el balneario de El Chaco. Comerciantes y transportistas advirtieron que el fenómeno afectó tanto el tránsito en la carretera Panamericana Sur como el desplazamiento de turistas que se dirigían a la reserva natural.
La población de Ica, Nasca y Pisco se vio directamente afectada por la irrupción de los vientos paracas. Transportistas señalaron que las condiciones hicieron difícil la circulación por tramos clave de la carretera, mientras que estudiantes y trabajadores tuvieron que modificar sus horarios de movilidad.
En Paracas, restaurantes y negocios turísticos permanecieron cerrados durante varias horas ante la imposibilidad de atender al público. “Desde el tramo uno hasta el kilómetro dieciséis, entre San Andrés y Paracas, se registraron ráfagas de más de cincuenta kilómetros por hora”, relató un residente.

Los especialistas advierten que la exposición prolongada a este tipo de fenómenos puede impactar en la salud respiratoria, especialmente en adultos mayores, niños y personas con cuadros de asma o alergias.
¿Qué son los vientos Paracas?
El evento registrado corresponde a los conocidos vientos Paracas, un fenómeno climático característico de la costa sur peruana. Su nombre proviene del quechua para (lluvia) y aco (arena), en referencia a la “lluvia de arena” que produce.
Este fenómeno se origina en la península de Paracas, donde la combinación entre el desierto y el mar genera corrientes de aire intensas. Se intensifica cuando el Anticiclón del Pacífico Sur se aproxima a la costa, lo que provoca diferencias de temperatura entre el océano y la superficie árida.
En condiciones extremas, las ráfagas pueden alcanzar hasta 90 km/h, ocasionando daños en techos livianos, caída de árboles y cortes temporales en los servicios básicos. El fenómeno es más recurrente entre agosto y octubre, temporada en la que los pobladores se preparan para eventuales suspensiones de actividades.