
El cáncer de pulmón continúa siendo una de las principales amenazas para la salud global. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de la primera causa de muerte por cáncer en el mundo, superando a otros tipos oncológicos de alta prevalencia como el cáncer colorrectal o el de hígado. En el Perú, ocupa el segundo lugar en mortalidad por cáncer, con miles de diagnósticos cada año.
Frente a este panorama, los avances tecnológicos en cirugía oncológica representan una esperanza para los pacientes. Entre ellos, destaca el sistema robótico Da Vinci Xi, una herramienta de última generación que está transformando la cirugía torácica al permitir procedimientos más precisos, menos invasivos y con mejores resultados postoperatorios.
El peso del tabaco en la enfermedad
Expertos del Instituto Oncológico de Fundación Arturo López Pérez (FALP), en Chile, explican que cerca del 90% de los tumores pulmonares están asociados al consumo de tabaco. La relación entre fumar y desarrollar cáncer de pulmón ha sido ampliamente documentada: las más de 70 sustancias cancerígenas presentes en el humo del cigarrillo afectan no solo a los pulmones, sino también a otros órganos vitales.

El Dr. Juan Emilio Cheyre, jefe de Cirugía de Tórax de FALP, señala que “el daño es sistémico y profundo. No se limita al sistema respiratorio, sino que aumenta la probabilidad de cáncer en las vías urinarias, digestivas y en diferentes órganos expuestos a los compuestos tóxicos del tabaco”.
Además del consumo directo, la exposición al humo de segunda mano representa un factor de riesgo considerable. Se estima que cada año, alrededor de 1,6 millones de personas que nunca han fumado fallecen por enfermedades asociadas a la inhalación pasiva de tabaco.
La magnitud del problema en el Perú
Los datos de Globocan muestran que en 2022 se registraron en el Perú 2,919 nuevos casos de cáncer de pulmón y 2,630 muertes vinculadas a esta enfermedad. Estas cifras reflejan una tasa de mortalidad muy alta, lo que subraya la necesidad de fortalecer las campañas de prevención, impulsar diagnósticos tempranos y garantizar el acceso a terapias avanzadas.
Aunque el cáncer de pulmón se asocia mayoritariamente con el tabaquismo, también existen otros factores de riesgo, como la exposición a contaminantes ambientales, el radón y antecedentes familiares. Sin embargo, la detección temprana sigue siendo un desafío, ya que los síntomas suelen manifestarse en fases avanzadas.

Da Vinci Xi: precisión quirúrgica y menos invasión
El sistema robótico Da Vinci Xi ha marcado un antes y un después en el tratamiento quirúrgico del cáncer de pulmón. A diferencia de la cirugía abierta o incluso de la laparoscópica, permite realizar incisiones mínimas y acceder con exactitud a zonas complejas del tórax.
La consola del Da Vinci ofrece una visión 3D en alta definición, mientras que los brazos robóticos replican los movimientos de la mano del cirujano, eliminando el temblor natural y ampliando el rango de acción. Esto permite realizar resecciones pulmonares milimétricas, extrayendo únicamente la parte comprometida por el tumor y preservando al máximo el tejido sano.
Según el Dr. Cheyre, esta precisión “mejora los resultados y preserva la función pulmonar del paciente”, lo que se traduce en una mejor calidad de vida tras la cirugía. Además, la técnica reduce de manera significativa el dolor postoperatorio y acelera la recuperación, lo que acorta los tiempos de hospitalización y el reintegro a la vida cotidiana.

Ventajas frente a la cirugía convencional
Entre los principales beneficios de la cirugía asistida por robot destacan:
- Menor invasión quirúrgica, gracias a incisiones más pequeñas.
- Reducción del dolor postoperatorio y de la necesidad de analgésicos.
- Menor riesgo de complicaciones como infecciones o sangrado.
- Recuperación más rápida, lo que impacta positivamente en la salud emocional y física del paciente.
- Mayor precisión en la extracción del tumor, lo que mejora el pronóstico oncológico.
Este enfoque resulta especialmente útil en tumores pequeños, aunque también se aplica con éxito en casos complejos que antes requerían cirugías abiertas de gran riesgo.
Un centro de referencia en Latinoamérica
Con sede en Santiago de Chile, el Instituto Oncológico FALP se ha consolidado como uno de los principales centros especializados en cáncer de la región. Reconocido por la Organización de Institutos Europeos del Cáncer (OECI) como Cancer Center, ofrece atención integral que combina diagnóstico, tratamiento y acompañamiento psicológico para los pacientes y sus familias.
El centro cuenta con equipos multidisciplinarios altamente capacitados, lo que asegura que cada paciente reciba un plan terapéutico individualizado. Además de la cirugía robótica, dispone de terapias de radiación avanzada, oncología médica de precisión y programas de prevención.