Científicos de EE. UU. alertan sobre contaminantes en el agua que beben miles de peruanos: metales, bacterias y microplásticos

Investigadores de Utah Valley University con apoyo de Unesco detectaron sustancias como arsénico y hasta materia fecal en fuentes de agua usadas para cocinar, beber y bañarse en comunidades del Perú

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Digesa detectó contaminación en agua
Digesa detectó contaminación en agua de Lima y otras regiones . Foto: Andina

En distintas comunidades del Perú, el acceso a agua segura continúa siendo un desafío que impacta directamente en la salud de miles de familias. Esta realidad ha llamado la atención de investigadores internacionales, entre ellos un grupo de especialistas de Utah Valley University (UVU), quienes desde 2024 trabajan en un ambicioso proyecto de investigación para analizar y combatir la contaminación del agua.

Los científicos estadounidenses llegaron a zonas vulnerables tras recibir reportes de problemas persistentes de salud en estudiantes y familias. Con el apoyo de líderes locales y representantes universitarios peruanos, los investigadores de UVU realizaron pruebas de agua en diferentes regiones, hallando contaminantes que van desde bacterias hasta metales pesados. Los resultados fueron compartidos con autoridades nacionales y se espera que sirvan de base para futuras políticas públicas.

Científicos identifican contaminantes en agua y alimentos

Composición: Infobae Perú
Composición: Infobae Perú

Durante los muestreos, la bióloga Lauren Brooks, profesora de UVU, explicó que el problema es más complejo de lo que parece: incluso después de procesos de desinfección, el líquido analizado mantenía presencia de materia fecal humana. Según directores de escuelas locales, alrededor del 60% de los alumnos sufren problemas digestivos recurrentes relacionados con el consumo de esta agua.

Además de bacterias, los análisis confirmaron la presencia de arsénico, metales traza, microplásticos y residuos químicos en ríos y fuentes utilizadas a diario para beber, cocinar y bañarse. El estudio también reveló que los contaminantes no solo afectan al agua, sino que se han encontrado en peces de consumo habitual, tanto de criaderos como de origen silvestre, lo que amplía el riesgo hacia la cadena alimentaria.

El proyecto, liderado desde la cátedra Unesco de Utah Valley University, busca generar un impacto más allá de los diagnósticos. Por ello, los resultados están siendo compartidos con el Congreso de la República peruano y con organizaciones locales, con el objetivo de abrir un diálogo sobre nuevas regulaciones en el uso y tratamiento del agua. Entre las soluciones propuestas se incluyen programas de educación comunitaria, reformas en los sistemas de tratamiento, capacitación técnica y proyectos de aprovechamiento de algas para la depuración.

El director de la cátedra, Baldomero Lago, subrayó que la misión de la universidad es ofrecer herramientas para que las comunidades puedan defender su derecho a agua segura. “No forzamos la implementación, porque somos una institución académica. Eso genera confianza”, indicó el especialista, quien además resaltó que este esfuerzo forma parte de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU relacionados con el acceso universal a agua limpia.

Más de 10 millones de personas consumen agua con metales tóxicos

Este evento reúne a más
Este evento reúne a más de 30 naciones de la región. (Foto: Andina)

Un informe de la Plataforma Nacional de Afectados por Metales Tóxicos reveló que alrededor de 10,6 millones de peruanos, equivalentes al 31,5 % de la población, están expuestos a niveles peligrosos de arsénico, plomo, cadmio y mercurio. La exposición se concentra en comunidades rurales y originarias, aunque también alcanza zonas urbanas como Ventanilla, Callao y San Mateo.

La contaminación está asociada principalmente a la minería y explotación petrolera, que han dejado pasivos ambientales en regiones como Pasco, Junín, Huancavelica, Cusco, Moquegua, Áncash, Amazonas y Loreto. En estas zonas, estudios locales reportan que hasta el 80 % de la población de Moquegua presenta altos niveles de metales pesados en su organismo. Asimismo, los análisis de agua han detectado concentraciones de arsénico por encima de los límites permitidos, mientras que en algunos suelos amazónicos se han encontrado niveles de mercurio que superan en un 100.000 % lo establecido por la normativa ambiental.

Aunque en 2021 se aprobó un Plan Especial Multisectorial para atender a la población expuesta, su implementación sigue pendiente. La falta de laboratorios regionales y la ausencia de un registro nacional actualizado de personas afectadas dificultan dimensionar el problema. Mientras tanto, comunidades enteras continúan consumiendo agua contaminada y alimentos producidos en suelos con presencia de metales tóxicos, lo que ha provocado un aumento de enfermedades y la muerte de menores en regiones como Pasco y Amazonas.