
Un incendio forestal mantiene bajo amenaza a los pobladores de San Damián, en la provincia limeña de Huarochirí. El siniestro comenzó en la zona de La Moya y ha continuado extendiéndose por extensas áreas de pastizales, sembríos de papa y maíz, así como viviendas de agricultores del distrito. Más de 30 hectáreas destinadas a cultivo y crianza de animales han resultado afectadas, alterando la economía local y la vida de decenas de familias, sobre todo en las zonas rurales.
Yovana Anchelia relató a Perú21 que el fuego alcanzó la vivienda de sus abuelos, Agustina Mendoza Penaud, de 92 años, y Pedro Marcelo Evangelista, de 82 años, quienes resultaron ilesos tras evacuar a tiempo. La preocupación en la zona crece ante la falta de agua suficiente, recursos y personal especializado para controlar las llamas. “Necesitamos ayuda urgente, el fuego no se detiene y amenaza con llegar a más casas. Los vecinos están desesperados porque no contamos con agua suficiente ni con bomberos”, dijo.
El incendio, además de afectar las casas, ha destruido cultivos y ha impactado directamente en la salud y seguridad del ganado de la comunidad. Entre las principales pérdidas, los comuneros mencionan los sembríos de papa, maíz, ovejas y vacas en la zona de influencia del fuego, lo que implica un golpe severo para el sustento de las familias campesinas de San Damián.

Vecinos se organizan ante la emergencia mientras sigue el avance del fuego
Ante la ausencia de brigadas especializadas, los residentes del distrito han convocado voluntarios para sumarse a las tareas de contención. Armados solo con herramientas simples y enfrentando condiciones desfavorables, buscan frenar el avance del fuego que sigue arrasando áreas agrícolas y zonas habitadas, mientras el viento y la sequedad dificultan cualquier control efectivo. Una vecina de La Moya advirtió: “Estamos luchando como podemos, pero no es suficiente. Necesitamos el apoyo del Gobierno, de los bomberos y de Defensa Civil. El fuego está fuera de control”.
El origen del incendio permanece sin ser esclarecido. De acuerdo con Héctor Luis Herrera, representante del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) en San Damián, “No se sabe la verdad quién ha aprendido este fuego, pero se ha engranado una, una gran magnitud y esto ha perjudicado bastante las, los cerros de la comunidad campesina del Checa”, declaró a Latina. Las llamas —que comenzó en el centro poblado de Chinchilla— se ha extendido rápidamente hacia comunidades y zonas de producción agrícola y ganadera, destruyendo incluso una vivienda rústica en el área de Aucha.

Vecinos y efectivos policiales se han unido utilizando agua de acequia para tratar de controlar las llamas, una tarea que lleva ya tres días sin descanso. “Dos días que está el incendio continuado. Hoy es el tercer día, donde vemos que todavía hay una parte que está saliendo humo, hay personal ahí ya cuidando el lugar”, señaló Herrera, mientras la comunidad sigue en alerta y pide el apoyo de bomberos y autoridades.
Las pérdidas derivadas del incendio afectan directamente a decenas de familias que dependen de las tierras en peligro. La comunidad campesina de Checa solicita atención prioritaria, pues las afectaciones a pastizales y animales comprometen su principal fuente de ingresos. “Vamos a necesitar bastante apoyo a la comunidad de Checa porque, de una o de otra manera, han sido afectados, este, con el pastizal de los animales y todavía, mire, se encuentra en el tercer día”, recalcó un vecino.