
El Ministerio de la Producción confirmó que en los próximos días se incrementarán las cuotas de pesca de los principales recursos marinos destinados tanto a la industria como al consumo humano directo. La medida busca asegurar mayor disponibilidad de especies altamente demandadas en el mercado local, como la pota, el jurel, el bonito y la caballa, además de dinamizar las actividades pesqueras que forman parte clave del crecimiento económico nacional.
El anuncio fue realizado por el ministro Sergio González tras la sesión del Consejo de Ministros en Palacio de Gobierno. El titular de la Producción detalló que se autorizó un aumento de 80.000 toneladas para la pota, 53.000 toneladas para el jurel, 20.000 toneladas para el bonito y 12.000 toneladas para la caballa. Estas especies representan parte esencial de la canasta alimentaria en los hogares y también abastecen a la industria conservera y exportadora.
Pesca, inversión y proyectos estratégicos en marcha

Durante su exposición, González resaltó que el sector pesquero se ha convertido en uno de los motores del crecimiento económico, con un incremento superior al 33% a junio de este año. En conjunto, la economía peruana acumula 15 meses de crecimiento sostenido, con un avance del 4,52% del PBI en el último reporte mensual, en el que también destacan los sectores construcción, agropecuario, manufactura, transporte y turismo.
El ministro subrayó que en lo que va del 2025 se han aprobado 117 proyectos con una valorización aproximada de 50.000 millones de dólares, lo que incluye iniciativas privadas de gran escala. Uno de los ejemplos recientes es el primer parque logístico sostenible del país, ubicado en Ventanilla y desarrollado por la empresa Almacenes del Norte, con una inversión de 300 millones de dólares. Este complejo, inaugurado la semana pasada, generará alrededor de 6.000 empleos directos e indirectos.
A la par, el Ejecutivo impulsa el Parque Industrial de Ancón, considerado pieza estratégica para el hub logístico del norte, debido a su cercanía al puerto de Chancay, el puerto del Callao y el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. El proyecto contempla una inversión de 1.214 millones de dólares en un espacio de 800 hectáreas, con capacidad de generar hasta 120.000 puestos de trabajo una vez en funcionamiento.
En el ámbito pesquero, también se destacó la modernización de la flota industrial con la reciente incorporación de una embarcación valorizada en 10 millones de dólares. Según el ministro González, este tipo de avances refleja el compromiso del sector no solo con la innovación y la modernización, sino también con la sostenibilidad de los recursos marinos, considerados vitales para la seguridad alimentaria y el desarrollo productivo del país.
La sobreabundancia de la pota y el reto de aprovecharla

El mar peruano, influenciado por corrientes como la de Humboldt y la Ecuatorial, ofrece una diversidad de especies que lo convierten en uno de los ecosistemas más productivos del mundo. En los últimos meses, el calamar gigante o pota ha experimentado un incremento extraordinario en sus poblaciones, lo que llevó al Ministerio de la Producción a extender el periodo de captura con el fin de dinamizar la actividad pesquera artesanal y asegurar el abastecimiento de las plantas procesadoras.
Sin embargo, esta disponibilidad excepcional de pota tuvo un efecto inesperado: la caída del precio en el mercado. En cuestión de días, el valor pasó de S/7.00 a S/5.00 por kilo, afectando directamente a los pescadores y a quienes dependen de esta cadena productiva. La falta de estrategias para darle valor agregado al recurso y la carencia de infraestructura adecuada limitaron la capacidad de convertir esa abundancia en una verdadera oportunidad.
La situación también evidenció debilidades estructurales del sector pesquero artesanal, como la escasa capacidad de la flota para operar en zonas más alejadas, la ausencia de tecnología de frío para conservar el producto y la falta de mecanismos para canalizar el excedente hacia el mercado interno. Estas limitaciones redujeron la rentabilidad de las faenas y, en muchos casos, llevaron a paralizar actividades, transformando lo que parecía un privilegio en un problema para el sector.


