Adultos mayores: cómo protegerse del frío en casa y en la calle

Con el envejecimiento, el cuerpo experimenta varios cambios fisiológicos que afectan su capacidad para mantenerse caliente

Guardar
En el caso de los
En el caso de los adultos mayores, las bajas temperaturas pueden agravar enfermedades preexistentes (Grupo Emera)

Durante el invierno, las temperaturas pueden descender de manera considerable, especialmente en regiones de la sierra y la selva del Perú, donde las heladas y los friajes afectan la salud de miles de personas cada año. Según datos del Ministerio de Salud (Minsa) y del Seguro Social de Salud (EsSalud), los grupos más vulnerables ante el frío extremo son los niños pequeños y los adultos mayores, quienes tienen un sistema inmunológico más frágil y menos capacidad de autorregular la temperatura corporal.

Frente a esta realidad, es vital mantenernos abrigados y prevenir la exposición al frío, sobre todo en los días en que las temperaturas bajan más de lo habitual. En el caso de los adultos mayores, los riesgos son aún más grandes, ya que las bajas temperaturas pueden agravar enfermedades preexistentes o desencadenar nuevos problemas respiratorios y circulatorios.

Proteger a nuestros adultos mayores del frío no solo implica darles abrigo, sino también enseñarles y acompañarlos en una rutina preventiva tanto dentro de casa como en la calle.

Cómo deben protegerse del frío los adultos mayores

Las sopas, caldos, infusiones y
Las sopas, caldos, infusiones y bebidas tibias ayudan a regular la temperatura interna del cuerpo (Imagen Ilustrativa Infobae)

En casa

  • Ventilar durante el día, cerrar al atardecer: abrir ventanas por unos minutos en la mañana permite renovar el aire sin que la casa se enfríe demasiado. Luego, es importante cerrar puertas y ventanas para conservar el calor.
  • Ropa en capas: lo ideal es usar varias prendas delgadas en lugar de una sola gruesa. Esto permite mantener el calor corporal de forma más eficiente. Piezas como chalecos, medias térmicas, bufandas y gorros deben formar parte del atuendo diario.
  • Evitar pisos fríos: usar alfombras o calzado cerrado y antideslizante ayuda a mantener los pies abrigados y a prevenir caídas.
  • Comidas calientes: sopas, caldos, infusiones y bebidas tibias ayudan a regular la temperatura interna del cuerpo. También es importante mantener una dieta nutritiva para reforzar el sistema inmunológico.
  • Ambientes cálidos sin riesgos: si se usan estufas eléctricas, deben colocarse lejos de objetos inflamables y apagarse antes de dormir. No se recomienda el uso de braseros o carbón dentro de espacios cerrados, ya que pueden generar intoxicación por monóxido de carbono.

En la calle

  • Evitar salir temprano o de noche: las temperaturas son más bajas en esos horarios. Si es necesario salir, que sea entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando el clima es más templado.
  • Protección completa: salir con gorro, guantes, bufanda, casaca gruesa e incluso mascarilla puede ayudar a conservar el calor corporal.
  • Llevar bastón o apoyo: para prevenir caídas en veredas húmedas o resbalosas, es recomendable el uso de bastones o calzado con suela antideslizante.

Enfermedades que se previenen al proteger a los adultos mayores del frío

Abrir ventanas por unos minutos
Abrir ventanas por unos minutos en la mañana permite renovar el aire sin que la casa se enfríe demasiado (Imagen Ilustrativa Infobae)

El cuidado frente al frío puede prevenir diversas enfermedades y complicaciones comunes en adultos mayores:

  • Infecciones respiratorias agudas como la gripe, la bronquitis y la neumonía.
  • Crisis de enfermedades crónicas como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Hipotermia, cuando la temperatura corporal desciende peligrosamente, lo cual puede ser fatal si no se detecta a tiempo.
  • Problemas cardiovasculares, ya que el frío puede generar vasoconstricción y aumentar la presión arterial.
  • Dolores articulares y musculares, que se intensifican con las bajas temperaturas en personas con artritis o reumatismo.

¿Por qué los adultos mayores sienten más frío?

Con el envejecimiento, el cuerpo experimenta varios cambios fisiológicos que afectan su capacidad para mantenerse caliente:

  • Disminución de la masa muscular y grasa subcutánea, que actúan como aislantes naturales.
  • Metabolismo más lento, lo que reduce la producción de calor interno.
  • Circulación sanguínea menos eficiente, especialmente en manos y pies.
  • Sensibilidad disminuida a los cambios de temperatura, lo que puede hacer que no perciban el frío con la misma intensidad.
  • Problemas de movilidad, que dificultan generar calor corporal mediante el movimiento.

Estos factores hacen que los adultos mayores estén más expuestos a los efectos adversos del frío y por eso necesitan cuidados especiales.