
Mantener los utensilios de cocina limpios no solo es una cuestión de orden, sino de salud. Según el Ministerio de Salud (Minsa), al menos el 40 % de las enfermedades gastrointestinales reportadas en los centros de salud del país están relacionadas con malas prácticas de higiene alimentaria, incluyendo la manipulación inadecuada de utensilios. El Seguro Social de Salud (EsSalud) también ha advertido que, en temporadas de calor, aumentan hasta en un 30 % los casos de intoxicaciones alimentarias, muchas veces provocadas por bacterias acumuladas en superficies de cocina mal desinfectadas.
Por ello, una limpieza adecuada es fundamental para prevenir infecciones. Aunque existen numerosos productos de limpieza en el mercado, muchas personas optan por métodos caseros que resultan igual de eficaces. Tal es el caso de la mezcla de bicarbonato de sodio y agua oxigenada (peróxido de hidrógeno), una combinación poderosa, económica y segura que puede utilizarse para limpiar y desinfectar los utensilios de cocina.
Cómo usar el bicarbonato y el agua oxigenada para limpiar utensilios de cocina
La mezcla de bicarbonato y agua oxigenada es sencilla de preparar y muy efectiva. Para limpiar utensilios de cocina, sigue estos pasos:
Ingredientes:
- 2 cucharadas de bicarbonato de sodio
- 2 cucharadas de agua oxigenada al 3% (la que se vende en farmacias)
- Opcional: unas gotas de jugo de limón o vinagre blanco para potenciar el efecto desinfectante.
Preparación:
- En un recipiente, mezcla el bicarbonato con el agua oxigenada hasta formar una pasta espesa. Puedes ajustar la cantidad según la superficie que vayas a limpiar.
- Aplica la pasta directamente sobre los utensilios que desees limpiar: ollas, sartenes, cuchillos, cucharas, tablas de picar o ralladores.
- Frota con una esponja, cepillo o paño de cocina, haciendo énfasis en las zonas con grasa, manchas o residuos adheridos.
- Deja actuar la mezcla durante 5 a 10 minutos.
- Enjuaga con abundante agua caliente y seca bien.

Este método es especialmente útil para eliminar manchas de óxido, residuos de comida quemada o grasa acumulada. Además, no deja olores químicos ni residuos peligrosos, lo que lo convierte en una opción segura para utensilios que entran en contacto directo con los alimentos.
Enfermedades que se previenen al limpiar los utensilios de cocina
Una limpieza adecuada de los utensilios de cocina ayuda a prevenir una variedad de enfermedades causadas por bacterias y virus que pueden crecer en superficies sucias o húmedas. Entre las principales enfermedades que se pueden evitar están:
- Salmonelosis: causada por la bacteria Salmonella, común en alimentos contaminados o en superficies mal desinfectadas.
- Listeriosis: se puede adquirir al cortar vegetales o carnes en tablas que no han sido limpiadas correctamente.
- Infecciones por E. coli: esta bacteria puede habitar en utensilios sucios, especialmente si se han utilizado con carne cruda.
- Gastroenteritis viral o bacteriana: provocada por la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos, o por utensilios mal higienizados.
- Hepatitis A: también puede transmitirse por contacto con superficies contaminadas con heces humanas, a través de una higiene inadecuada.

Limpieza de la cocina: otros usos del bicarbonato de sodio y el agua oxigenada
Además de limpiar utensilios de cocina, esta poderosa mezcla tiene múltiples aplicaciones en el hogar, especialmente en la cocina:
- Limpiar el lavadero: elimina manchas, olores y residuos acumulados. Frota con la mezcla y enjuaga con agua caliente.
- Desinfectar tablas de picar: especialmente las de madera, que tienden a acumular bacterias en las grietas.
- Quitar manchas difíciles de grasa en superficies como encimeras, hornillas o campanas extractoras.
- Blanquear tazas y teteras: elimina manchas de café o té acumuladas con el tiempo.
- Desinfectar esponjas y paños de cocina: sumérgelos en una solución de agua oxigenada y bicarbonato, déjalos reposar unos minutos y enjuaga.
- Limpiar el microondas: aplica la mezcla en el interior, deja actuar unos minutos y limpia con un paño húmedo.
La mezcla de bicarbonato y agua oxigenada es una alternativa eficaz, económica y segura para mantener la limpieza en la cocina. Con su uso constante, no solo lograrás eliminar la suciedad visible, sino también protegerás la salud de tu familia al reducir el riesgo de enfermedades. Acompañada de buenas prácticas de higiene, esta solución casera se convierte en un gran aliado para tener una cocina impecable.