El Perú se prepara para el Segundo Simulacro Nacional Multipeligro, que se desarrollará hoy viernes 15 de agosto a las 3:00 p. m. La fecha no es casual: coincide con el aniversario número 18 del terremoto de magnitud 7,9 que azotó Pisco en 2007.
Esta actividad preventiva tiene como finalidad preparar a la población frente a desastres naturales y reforzar las capacidades de respuesta de las autoridades de los tres niveles de gobierno —central, regional y local— en todo el país.

En el simulacro participarán instituciones públicas, empresas privadas, centros educativos y organizaciones sociales. Aunque no existe sanción para quienes no tomen parte, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) insta a la ciudadanía a involucrarse, pues estos ejercicios son clave para reducir riesgos y salvar vidas en caso de emergencias reales.
El objetivo central es que los ciudadanos practiquen protocolos de evacuación, identifiquen rutas seguras y reconozcan los puntos de encuentro establecidos en sus comunidades.

Preparación para emergencias en las tres regiones del Perú
Para esta edición, se han previsto distintos escenarios de riesgo según la realidad de cada región. En las zonas costeras se simulará un sismo seguido de tsunami; en la sierra, movimientos sísmicos y deslizamientos; y en la selva, inundaciones y huaycos. Esta diferencia en los enfoques busca que la población adopte medidas específicas de acuerdo con los peligros más probables en su localidad.
El Indeci recomienda que las familias y organizaciones elaboren un plan de emergencia antes del simulacro. Este debe contemplar la asignación de roles, la preparación de una mochila de emergencia y la identificación de vías de evacuación. También se sugiere realizar reuniones previas para explicar los procedimientos a todos los integrantes, incluidos niños, adultos mayores y personas con discapacidad.

Indeci: las alarmas sonarán a las 3:00 pm
El día del simulacro, las sirenas de alerta comenzarán a sonar a las 3:00 de la tarde, en las ciudades y localidades que cuenten con este sistema. En otros casos, las autoridades emplearán altavoces, mensajes de texto y redes sociales para dar la señal de inicio. Una vez activada la alerta, la población deberá evacuar de manera ordenada hacia las zonas seguras, manteniendo la calma y siguiendo las indicaciones de brigadistas y personal de defensa civil.
Tras la evacuación, se realizará una breve evaluación en cada punto de encuentro para identificar fallas o áreas de mejora en los tiempos de respuesta. Estas observaciones serán registradas por las autoridades locales y enviadas al Indeci para fortalecer los planes de contingencia.

El simulacro del 15 de agosto forma parte del calendario anual de entrenamientos de preparación ante emergencias, que incluye tres jornadas nacionales y múltiples ejercicios regionales. El próximo simulacro nacional se realizará en octubre.
A 18 años del terremoto 7.9 en Pisco
En 2020, a través de una columna, el presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, reflexionó sobre el devastador terremoto ocurrido en Pisco en 2007 y advirtió que el país no había aprendido lo suficiente de aquella tragedia.
“La población ha persistido en construir sus viviendas en los mismos lugares y en iguales condiciones, lo que aumenta el nivel de riesgo de la ciudad de Pisco ante un futuro terremoto”, escribió.

El 15 de agosto es una fecha que permanece en la memoria de todos los peruanos. Ese día, un terremoto de magnitud 7,9 estremeció la costa sur del país, dejando enormes pérdidas humanas y materiales en la región de Ica. El epicentro se ubicó a 60 kilómetros al oeste de la ciudad de Pisco y el evento sísmico se prolongó por aproximadamente 210 segundos, tiempo en el que se produjeron dos rupturas significativas de las placas de Nazca y Sudamericana.

El movimiento telúrico causó graves daños en Pisco, Chincha e Ica, y también afectó a provincias de Lima y Huancavelica. El desastre dejó un saldo fatal de 596 personas fallecidas, más de 1.000 heridas y 91.240 viviendas reducidas a escombros. En total, cerca de medio millón de habitantes quedaron en condición de damnificados.