En una escena capturada en vivo por el fotógrafo peruano José Luis Bustamante a través de Facebook, Hermila, una mujer de 61 años con discapacidad del habla, vivió el momento más esperado de su vida: reencontrarse con la hija que le fue arrebatada y puesta en adopción hacía 42 años en la ciudad de Chota, provincia de Cajamarca.
Cristina, quien fue adoptada por una familia china de apellido Yang y criada en Trujillo, descubrió hace solo dos años la verdad sobre su origen al hallar su partida de nacimiento durante una mudanza. Aunque su aspecto físico ya la había hecho sospechar diferencias con sus hermanos, nunca lo mencionó a sus padres adoptivos, por respeto y agradecimiento. “Me di cuenta de los rasgos distintos, pero nunca quise herir a mi mamá”, relató Cristina.
Impulsada por la curiosidad y el deseo de conocer su origen, compartió su acta de nacimiento con un amigo de Chota, quien resultó conocer a Hermila, la mujer que la trajo al mundo. El reencuentro se produjo en el sector 4 del caserío Cabracancha, donde cámaras, amigos y familiares registraron un momento cargado de emoción: Hermila y Cristina se abrazaron tras más de cuatro décadas de distancia, comunicándose a señas y miradas. La nieta de Hermila, hija de Cristina, presenció el encuentro y compartió las lágrimas de quienes los acompañaron.
El sufrimiento por la hija que no pudo criar
Hermila, conocida y querida en Chota pese a las adversidades, había guardado durante años ropa tejida para su hija ausente, esperando un regreso que parecía imposible. La emotiva reunión se dio pocas semanas después de que Hermila perdiera a su madre, quedando sola en su humilde casa junto a un hermano también con discapacidad. El regreso de Cristina no solo significó reencontrarse con una hija, sino también obtener el consuelo al conocer que tiene también una nieta.
Vecinas y familiares contaron que Hermila nunca olvidó a su hija, a quien, según el acta de nacimiento, bautizó como Milagros. La separación, narran los testigos, sucedió a raíz de una decisión del personal médico del Hospital de Chota, que entregó a la bebé en adopción argumentando la precariedad y discapacidad de la madre, sin consentimiento familiar.
“Me di con la sorpresa de que tenía todo un costal lleno de ropa tejida para su hija”, contó una prima de Hermila, reflejando el dolor y esperanza de una madre que nunca dejó de esperar y que lloraba cada vez que recordaba a su hija.

La transmisión del reencuentro emocionó a usuarios de todo el país, en especial a quienes conocían la historia de Hermila. “Los tiempos de Dios son perfectos. Recuerdo cuando mi taleguitas me contaba esta historia y decía que su hijita, la de nuestra mudita, es muy linda. Me hizo llorar”, compartió una seguidora.
Otra usuaria añadió: “Qué emoción tan grande y qué alegría para nuestra querida Mudita, que hace poco perdió a su mamita. Que Dios la siga bendiciendo, hoy que ha podido reencontrarse con su hija y su nieta”. Así, los mensajes reflejaron la alegría y la conmoción colectiva, resaltando la fuerza de un amor materno capaz de resistir años de ausencia.