
La cebolla no es solo un básico en la cocina, sino un superalimento con historia y beneficios sorprendentes para la salud. Originaria de Asia Central, en regiones como Palestina e India, esta hortaliza se ha utilizado durante siglos en diversas culturas para aprovechar no solo su sabor, sino también sus propiedades medicinales.
Según el Ministerio de Salud (MINSA), la cebolla (Allium cepa) contiene nutrientes que van más allá de dar sabor a los platos. Entre sus componentes destacan proteínas, potasio, vitamina C, flavonoides y compuestos azufrados, que actúan en conjunto para ofrecer múltiples beneficios a quienes la consumen.
Estos nutrientes permiten que la cebolla ayude a combatir infecciones, regular el azúcar en la sangre y fortalecer el organismo en general. Por ello, se considera una aliada natural para mejorar la salud día a día, tanto en remedios caseros como en la cocina saludable.
Beneficios medicinales de la cebolla
La cebolla contiene una combinación de nutrientes y compuestos que le confieren múltiples beneficios para la salud. Según el Ministerio de Salud (MINSA), estos efectos se reflejan en su capacidad para apoyar el sistema inmunológico, mejorar la circulación y ayudar en la eliminación de toxinas, entre otros aspectos.
- Antibacteriana y antiviral: ayuda a combatir infecciones leves y refuerza las defensas naturales del cuerpo.
- Expectorante y mucolítica: facilita la expulsión de mucosidad, aliviando síntomas de resfriados, tos y congestión.
- Reguladora del azúcar en sangre: contribuye a mantener niveles saludables de glucosa, favorece la circulación y ayuda a reducir el colesterol.
- Diurética y depurativa: estimula la eliminación de toxinas a través de la orina, apoyando la función renal y el bienestar general.
Estos beneficios hacen de la cebolla un alimento funcional que, incorporado con regularidad en la dieta, puede contribuir al cuidado natural de la salud.
Cómo preparar infusión de cebolla para aprovechar sus beneficios
La infusión de cebolla es una forma simple y efectiva. Solo debes picar una cebolla, ponerla a hervir en agua por 10 minutos, colar el líquido y beberlo caliente. Si te gusta, añade un poco de miel para darle un toque dulce y suave.

El Ministerio de Salud recomienda tomar entre una y dos tazas diarias. Esta bebida natural puede convertirse en tu aliada en épocas de gripe o simplemente como un hábito saludable para fortalecer tu sistema inmunológico sin complicaciones.
Además de la infusión, la cebolla se adapta a numerosas preparaciones en la cocina saludable. Puedes consumirla cruda en ensaladas, especialmente la variedad roja o morada, que aporta sabor y color. También queda perfecta cocida en sopas, guisos, tortillas, salteados o salsas. La cebolla caramelizada funciona como guarnición o en emparedados, y el escabeche o vinagreta permite conservarla mientras favorece la digestión. Estas opciones hacen que incluir cebolla en tu dieta sea sencillo, delicioso y nutritivo.
Es importante consultar con un médico antes de incorporarla como tratamiento o suplemento, especialmente en casos de embarazo, lactancia, niños pequeños o personas con condiciones médicas preexistentes. La precaución ayuda a evitar posibles reacciones adversas o interacciones con medicamentos.
Esto dicen los estudios científicos
La ciencia respalda lo que la tradición ya sabe. Estudios recientes muestran que la cebolla mejora marcadores cardiometabólicos clave: reduce el colesterol LDL y total, baja la presión arterial y aumenta el colesterol “bueno” HDL y la adiponectina, una proteína beneficiosa para el metabolismo.
Su efecto antioxidante también destaca, incrementando la capacidad antioxidante total y disminuyendo el LDL oxidado, responsable de dañar las arterias. En personas con obesidad, la cáscara de cebolla, rica en quercetina, ayuda a bajar el peso corporal, índice de masa corporal (IMC) y triglicéridos.

Sin embargo, la evidencia sobre efectos antiinflamatorios resulta aún limitada y con resultados modestos. Tampoco se ha comprobado una relación clara entre el consumo de cebolla y la prevención del cáncer, ni efectos antimicrobianos significativos en humanos.
En resumen, la cebolla es un alimento seguro con beneficios antioxidantes y para la salud cardiovascular, aunque hace falta más investigación para confirmar otros posibles efectos.