Así fue el proceso de chatarreo de las unidades informales ‘Los Anconeros’ en Lima

La ATU retiró de circulación a más de 150 vehículos que operaban sin autorización y acumulaban multas significativas, en un operativo enfocado en mejorar la seguridad vial y la formalización del transporte público

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Más de 150 vehículos irregulares fueron retirados y desmantelados en una acción conjunta de la ATU para combatir la informalidad y prevenir accidentes en el sistema de transporte público. X: Canal N

En Lima, la informalidad en el transporte público sigue siendo un desafío que las autoridades buscan combatir con acciones concretas. Recientemente, la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) llevó a cabo un operativo para retirar de circulación a numerosas unidades informales conocidas como ‘Los Anconeros’. Estos vehículos, que operaban sin autorización y acumulaban infracciones por sumas millonarias, han sido vinculados a diversos accidentes, algunos de ellos fatales.

Esta intervención no solo consistió en la inmovilización de dichas unidades, sino también en su chatarreo, un procedimiento que implica el retiro definitivo y desmantelamiento de vehículos que se consideran abandonados o que representan un peligro para la seguridad vial. El proceso se realizó con la finalidad de reducir la informalidad y proteger a los usuarios del transporte público.

Fiscalización intensificada contra el transporte informal

En los últimos meses, la ATU ha intensificado los operativos contra los vehículos informales que operan en la capital, en particular aquellos que circulan sin cumplir los requisitos legales. ‘Los Anconeros’ son un grupo de unidades que ha sido objeto de especial atención debido a su participación en accidentes y a la acumulación de infracciones significativas. Durante el operativo, se identificaron alrededor de 150 vehículos que se encontraban en esta situación.

Estas unidades no solo incumplen las normas, sino que también generan un impacto negativo en la seguridad de los pasajeros y transeúntes. La acción de las autoridades responde a la necesidad de controlar la circulación de vehículos que operan sin la debida regulación, poniendo en riesgo a la ciudadanía y afectando el orden en el transporte público.

Procedimiento de chatarreo y sanciones aplicadas

El proceso de chatarreo implica que las unidades consideradas en abandono o que incumplen con las normativas sean trasladadas a depósitos autorizados para su posterior desmantelamiento. En este caso, la unidad con placa W3W771, que acumulaba multas superiores a los 183 mil 500 soles, fue uno de los vehículos sometidos a este procedimiento.

La medida busca impedir que estas unidades continúen circulando, ya que representan un riesgo para la seguridad vial y una fuente de desorden en el sistema de transporte público. Además del retiro físico de los vehículos, los propietarios enfrentan sanciones administrativas que incluyen multas elevadas y la pérdida definitiva del derecho a operar en el sistema formal.

Impacto de los accidentes vinculados a ‘Los Anconeros’

Chofer del Metropolitano que sufrió
Chofer del Metropolitano que sufrió accidente con ‘Anconero’ estaba a un día de jubilarse luego de 10 años de servicio| Andina

Las unidades informales que operan sin supervisión han sido protagonistas de incidentes que han resultado en pérdidas humanas y lesiones graves. Entre ellos, destaca un accidente ocurrido recientemente donde un vehículo informal colisionó con un bus del Metropolitano, dejando un saldo de tres fallecidos y múltiples heridos.

Este tipo de siniestros ha motivado a las autoridades a tomar medidas contundentes para prevenir nuevas tragedias. La falta de regulación y el mal estado de estas unidades elevan los riesgos de accidentes en las vías, lo que hace indispensable la aplicación de acciones firmes como el chatarreo.

Coordinación institucional para mejorar la movilidad

La ejecución del operativo de chatarreo contó con la participación de diversas instancias, lideradas por la ATU, que actúa como ente regulador en Lima y Callao. Además, colaboraron autoridades locales y fuerzas de seguridad para garantizar el cumplimiento de la norma y la seguridad durante la ejecución del procedimiento.

Este esfuerzo conjunto forma parte de una estrategia para promover un sistema de transporte público ordenado, seguro y formalizado. La retirada de vehículos informales contribuye a mejorar la calidad del servicio, reducir la congestión y minimizar los riesgos asociados a unidades en mal estado o sin la documentación necesaria.