
Una serie de documentos a los que tuvo acceso el programa Panorama, dominical de Panamericana Televisión, pone en evidencia el nivel de gasto que han realizado distintos ministerios del Estado peruano por servicios de alimentación, coffee breaks y almuerzos durante eventos institucionales. Las cifras, que en algunos casos superan los 20 mil y hasta los 30 mil soles, contrastan con el discurso oficial de contención del gasto público.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (RR. EE.), por ejemplo, registra una orden de servicio por 22.500 soles correspondiente a un evento en el que se contrató un servicio de cóctel por 18 mil soles y un coffee break por 4.500 soles. Otro gasto del mismo ministerio sumó 11.530 soles entre un almuerzo de 5.580 y un refrigerio de 5.950.
En el caso del Ministerio del Interior (Mininter), los pedidos para coffee breaks, para un solo evento, incluyeron productos como alitas bouchet, minitriples de huevo, palta y tomate, minibutifarras, tartaletas de fresa y bebidas frutadas. Todo eso tuvo un valor que superó los 16 mil soles.
Estas cifras coinciden con declaraciones que hizo hace algunos meses la presidenta Dina Boluarte, quien aseguró que con apenas 10 soles es posible preparar un almuerzo completo en el hogar peruano. La diferencia entre ese monto y el costo individual de algunos de estos servicios contratados por el Estado ha generado cuestionamientos en la opinión pública.
Contrataciones y justificaciones en medio del discurso de austeridad
En el Ministerio de Salud (Minsa), liderado por César Vásquez, se identificaron gastos como un almuerzo con coffee break por 18.120 soles. Esta contratación se produjo a pesar de que en 2023, tras una investigación mediática, el mismo ministro anunció que se suspenderían estos pagos. Sin embargo, las órdenes de servicio evidencian que los refrigerios retornaron a la agenda de contrataciones.
Por su parte, el Ministerio de Educación (Minedu) reportó múltiples servicios de alimentación por montos elevados. Entre ellos, un refrigerio por 14.500 soles, y otro servicio integral que incluyó alquiler de local y equipo de sonido, por 32.000 soles.
Esta cartera fue la única que respondió a la consulta periodística, señalando que estas contrataciones se realizaron en el marco de jornadas de capacitación nacional y bajo las normas de transparencia y austeridad vigentes.
Las órdenes de servicio muestran pedidos detallados que incluyen mini helados de vainilla con galleta, hamburguesas, bebidas sabor durazno, manzanas acarameladas, pie de limón y tartaletas de fresa. En algunos casos, el motivo del evento consignado en los documentos es simplemente “por instrucción del señor ministro” o “reunión protocolar”.
Los datos revelados por Panorama fueron contrastados con expertos en contrataciones públicas, quienes remarcan que si bien estos servicios pueden estar contemplados en el marco legal, el uso de recursos públicos debe evaluarse cuidadosamente, especialmente en contextos económicos adversos.

Pronunciamiento de RR. EE.
Tras la difusión del reportaje periodístico, el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que aclara que los gastos efectuados “responden estrictamente al cumplimiento de las funciones esenciales de la Cancillería” y se rigen por “las normas de protocolo y ceremonial de Estado”.
La entidad señaló que la promoción de la imagen del Perú incluye la difusión de la gastronomía nacional, considerada “un elemento central de hospitalidad y un reflejo de la diversidad que nos caracteriza como nación”.
Asimismo, indicó que las atenciones ofrecidas en encuentros diplomáticos cumplen con “altos estándares de calidad bajo un esquema de reciprocidad con las prácticas habituales de otros Estados”.
Finalmente, reafirmó su compromiso de actuar con “eficiencia, transparencia y sujeción a la normativa vigente”, asegurando que estas prácticas forman parte de una tradición institucional que busca proyectar el “prestigio y la riqueza cultural del Perú”.



