Un inusual y sorprendente avistamiento interrumpió la calma de la playa Nuevo Paraíso, en la provincia de Contralmirante Villar, región Tumbes, cuando un enorme cocodrilo americano de casi dos metros fue visto desplazándose rápidamente hacia el mar. El hecho, ocurrido a tan solo 50 minutos de la ciudad de Tumbes, dejó a los bañistas en alerta y generó que nadie se atreviera a ingresar al agua. En cuestión de minutos, el video del reptil entrando a las olas se viralizó en redes sociales, generando curiosidad y preocupación entre los pobladores y turistas.
De acuerdo con especialistas de la Dirección Forestal, Fauna Silvestre y Asuntos Ambientales, este no sería un caso aislado. En las últimas semanas se han reportado avistamientos de cocodrilos en otras playas de la región, como La Cruz y Zorritos. Según la ingeniera forestal Éricka Gamboa, estos animales se desplazan con facilidad tanto en agua dulce como salada, por lo que es posible que se desplacen desde su hábitat natural, el río Tumbes, hacia la zona costera. Por ello, exhortó a la población a no provocar ni agredir a estos ejemplares, ya que, mientras no se sientan amenazados, no suelen atacar a las personas.
El animal fue capturado y reubicado

Las autoridades informaron que se desplegó un operativo para localizar al ejemplar visto en Nuevo Paraíso, con el objetivo de capturarlo y reubicarlo en su entorno natural. Horas después, personal de la Dirección Regional de Agricultura logró intervenir y asegurar al reptil, trasladándolo de forma segura. Este tipo de rescates forman parte de un plan de conservación que incluye el zoocriadero de Tumbes, donde actualmente se mantienen alrededor de 300 cocodrilos en cautiverio, los cuales, una vez fortalecidos, son liberados nuevamente en su ecosistema.
El cocodrilo americano (Crocodylus acutus) es una especie que puede habitar en bosques ribereños, esteros salobres e incluso en aguas marinas. Aunque sus presas habituales son pequeños vertebrados, existen registros de ataques a humanos en raras ocasiones. En Tumbes, la presencia de estos reptiles no es extraña debido a la cercanía de su hábitat, pero su incursión en zonas de playa siempre genera alarma.
Especialistas recomiendan a los visitantes y residentes que, ante un nuevo avistamiento, se mantengan a distancia, eviten el contacto directo y notifiquen de inmediato a las autoridades. Además, recordaron que estos animales son parte importante del equilibrio ecológico de la región y que su desplazamiento hacia áreas costeras puede verse influenciado por cambios en el caudal del río y en las condiciones climáticas.
No es la primera vez que se reportan cocodrilos en Tumbes
El reciente avistamiento de un cocodrilo en playa Canoas, en Punta Sal, no es un hecho aislado en la región Tumbes. En marzo pasado, pescadores de la playa La Cruz alertaron sobre la presencia de un ejemplar nadando en aguas del Océano Pacífico, muy cerca del muelle de la zona. Según especialistas, este desplazamiento fuera de su hábitat natural estuvo vinculado a las intensas lluvias que incrementaron el caudal del río Tumbes, provocando desbordes que arrastraron al animal hacia el mar. Las imágenes del reptil cerca de embarcaciones pesqueras generaron temor y llevaron a suspender temporalmente algunas faenas en la zona.
En enero de este mismo año, los vecinos del barrio Bellavista también reportaron la aparición de un cocodrilo de casi tres metros en la orilla del río Tumbes. El ejemplar, catalogado como especie en peligro de extinción, llegó hasta el lugar tras el fuerte desborde del río, cuyo caudal alcanzó los 422 metros cúbicos por segundo debido a las lluvias en la frontera con Ecuador. En aquella ocasión, las autoridades locales y especialistas en fauna silvestre intervinieron para rescatarlo y devolverlo a su entorno natural, mientras la población pedía medidas preventivas para evitar nuevos incidentes.