
Un motivo de orgullo para el Perú es la Zona de Agrobiodiversidad Andenes de Cuyocuyo, en Puno, que acaba de recibir el Premio Ecuatorial 2025 otorgado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este reconocimiento internacional resalta el compromiso de las comunidades locales en conservar la diversidad agrícola ancestral, un tesoro que refleja la riqueza cultural y natural del país y que aporta de manera significativa a la acción contra el cambio climático.
El Premio Ecuatorial se entrega cada dos años para reconocer el trabajo de comunidades que contribuyen a reducir la pobreza mediante la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Este galardón busca visibilizar iniciativas locales que, unidas, forman un movimiento global que impulsa los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En su décimo sexta edición, el premio reconoció a diez pueblos indígenas y comunidades locales de diferentes países, entre ellos Andenes de Cuyocuyo, seleccionados entre más de 700 candidaturas provenientes de 103 naciones. Este logro muestra la importancia y el alcance del esfuerzo de esta zona puneña.
Sabino Ccori Torres, coordinador del Comité de Gestión de Andenes de Cuyocuyo, afirmó que este premio representa un reconocimiento a la lucha de las comunidades por preservar su agrobiodiversidad y territorio. Añadió que esperan que este logro inspire a otras comunidades en el Perú y en el mundo.

“Este premio es un reconocimiento a la lucha de nuestras comunidades por preservar nuestra agrobiodiversidad y nuestro territorio. Nos enorgullece saber que nuestro trabajo servirá de inspiración para otras comunidades en el Perú y el mundo”, declaró a PNUD.
¿Qué es el Premio Ecuatorial y quién lo otorga?
El Premio Ecuatorial es una distinción bienal impulsada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que busca reconocer el trabajo de comunidades y organizaciones que conservan la biodiversidad y promueven el desarrollo sostenible. Su objetivo es destacar iniciativas que reduzcan la pobreza mediante prácticas sostenibles relacionadas con la biodiversidad.
Este galardón permite identificar y difundir modelos exitosos a nivel global, promoviendo la protección ambiental y el fortalecimiento de las economías locales. Desde su creación en 1993, ha sido otorgado a numerosos proyectos en todo el mundo que muestran cómo la biodiversidad puede apoyar la seguridad alimentaria y mejorar la calidad de vida.
Los ganadores reciben apoyo técnico y visibilidad internacional, lo que les ayuda a consolidar y ampliar sus iniciativas. La evaluación de candidaturas considera criterios de impacto social, ambiental y cultural.
Conservación y tradición en los Andenes de Cuyocuyo
La Zona de Agrobiodiversidad Andenes de Cuyocuyo se encuentra en Puno, en el sur del Perú. En 2019, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) la reconoció oficialmente como la primera zona de agrobiodiversidad del país, con el respaldo técnico del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA).

Esta zona abarca 6.554,82 hectáreas donde se protege un valioso patrimonio genético con 1.281 variedades agrícolas nativas. Entre ellas, más de 125 tipos de papa, así como variedades de oca, olluco, habas, maíz y plantas medicinales.
Los andenes ancestrales que forman parte de esta zona aún se utilizan para el cultivo por las comunidades campesinas, manteniendo vivas tradiciones agrícolas que contribuyen a la conservación de la biodiversidad adaptada a las condiciones locales.
Agrobiodiversidad y desarrollo sostenible en Cuyocuyo
El premio ha impulsado la colaboración entre el INIA y las comunidades locales para implementar proyectos que mejoran la calidad genética de los cultivos nativos. Estas iniciativas promueven la conservación activa, generan empleo y revalorizan los productos tradicionales de la zona.
Entre las acciones destacadas están la creación de parcelas comunales dedicadas a la conservación, bancos de semillas comunitarios y ferias de intercambio de semillas. Estas actividades fortalecen la seguridad alimentaria y han beneficiado directamente a más de 3,000 personas en la región.
La experiencia de Andenes de Cuyocuyo aporta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al integrar la protección ambiental con el desarrollo económico y social. Este modelo puede servir como referencia para otras comunidades que buscan conservar su biodiversidad y mejorar su calidad de vida en un contexto de cambio climático.

En un contexto global marcado por los desafíos del cambio climático y la pérdida acelerada de biodiversidad, iniciativas como la de Andenes de Cuyocuyo adquieren un valor estratégico para la región y el mundo. La conservación de sistemas agrícolas tradicionales no solo garantiza la supervivencia de cultivos nativos, sino que también protege conocimientos ancestrales que han permitido a las comunidades adaptarse a las condiciones ambientales durante siglos.