
En los últimos años, la inteligencia emocional se ha convertido en un concepto clave cuando se habla de desarrollo personal, bienestar psicológico y relaciones interpersonales. Ya no basta con tener un alto coeficiente intelectual o conocimientos técnicos. Saber reconocer, expresar y gestionar las emociones propias y ajenas se ha vuelto esencial para vivir con más equilibrio, empatía y salud mental.
Según el Ministerio de Salud (Minsa) del Perú, la salud emocional es un componente central del bienestar general y está directamente relacionada con la forma en que las personas enfrentan el estrés, se relacionan con los demás y toman decisiones. El Seguro Social de Salud (EsSalud) también destaca que desarrollar habilidades emocionales puede prevenir trastornos como la ansiedad o la depresión, y mejorar la calidad de vida en todos los ámbitos: desde el trabajo hasta la vida familiar.
Dentro de este enfoque, existen ciertas frases o expresiones que son frecuentes entre personas con inteligencia emocional. Escucharlas o aprender a usarlas puede ser un primer paso para identificar a las personas emocionalmente inteligentes o convertirte en una de ellas.
Inteligencia emocional: las 10 frases más comunes

- “No puedo controlar lo que siento, pero sí cómo respondo a ello”: esta frase refleja una comprensión profunda de las emociones. Las personas emocionalmente inteligentes no niegan lo que sienten, pero eligen cómo actuar frente a ello.
- “Necesito un momento para pensar antes de responder”: tomarse una pausa antes de reaccionar es señal de autocontrol. Esta frase demuestra que priorizas la claridad mental antes que una respuesta impulsiva.
- “Entiendo cómo te sientes”: una de las claves de la inteligencia emocional es la empatía. Esta frase valida la experiencia del otro sin juzgar, y abre la puerta al diálogo.
- “Yo me siento así cuando esto ocurre”: hablar desde el “yo” en vez de culpar al otro permite expresar emociones sin generar confrontación. Es una manera madura de comunicar malestar o necesidad.
- “Gracias por decirme cómo te sientes”: recibir el sentir del otro con apertura y gratitud demuestra escucha activa y respeto por los vínculos.
- “Cometí un error, y quiero corregirlo”: aceptar los errores con humildad y disposición al cambio es una muestra de responsabilidad emocional y madurez.
- “¿Cómo puedo ayudarte?”: esta frase expresa disponibilidad emocional y cuidado hacia el otro. Refleja sensibilidad y atención a las necesidades ajenas.
- “Esto me está afectando más de lo que pensé”: reconocer la vulnerabilidad es una fortaleza emocional. Permite tomar conciencia del propio estado interno y buscar apoyo si es necesario.
- “Estoy aprendiendo a manejar mejor esta situación”: aceptar que el manejo emocional es un proceso continuo habla de autoconocimiento y crecimiento personal.
- “Lo importante es encontrar una solución juntos”: frase orientada al diálogo y la cooperación, típica de personas que valoran el vínculo por encima de tener la razón.
¿Qué es la inteligencia emocional?

Tener inteligencia emocional significa saber identificar y comprender las emociones propias y las de los demás, y usarlas de manera adecuada para guiar el pensamiento, la conducta y las relaciones. No se trata de suprimir lo que sentimos, sino de darle un lugar consciente y saludable dentro de nuestra vida.
El término fue popularizado por el psicólogo Daniel Goleman en los años 90, quien propuso que esta forma de inteligencia es tan importante o incluso más que la inteligencia cognitiva para el éxito en la vida personal y profesional.
Características de las personas con inteligencia emocional
- Autoconciencia emocional: conocen sus emociones, saben de dónde vienen y cómo afectan sus pensamientos o acciones. Pueden decir “estoy frustrada” sin sentir culpa por ello.
- Autoregulación: no se dejan llevar por impulsos o reacciones automáticas. Saben esperar, calmarse y responder de manera constructiva.
- Empatía: pueden leer el estado emocional de otros y responder con comprensión. No minimizan lo que los demás sienten.
- Habilidades sociales: saben mantener relaciones sanas, resolver conflictos con asertividad y comunicar sus ideas de forma clara y respetuosa.
- Motivación interna: tienen metas personales claras, resiliencia ante los fracasos y una actitud positiva que las impulsa a seguir adelante.