La presidenta Dina Boluarte utilizó este lunes los minutos finales de su mensaje por Fiestas Patrias para dirigirse directamente a sus dos hijos y sus 14 hermanos en medio de un Parlamento casi vacío, con solo 33 legisladores escuchando su discurso.
“Desde este podio quiero agradecer a mis hijos por su amor inconmensurable y su comprensión a mi trabajo, a mis hermanos y hermanas, sobrinos, sobrinas, por su cariño, tolerancia y valentía, y a mis padres que están en el cielo, Nicanor y Ercilia, por su legado de amor y honestidad, de coraje, de resiliencia”, expresó.
La jefa de Estado hizo énfasis en la formación recibida por parte de sus progenitores ya fallecidos. “Dentro de su sencillez de haberlos educado a sus 14 hijos con valores y poder decir con orgullo: los 14 hijos somos personas honorables, decentes, no tenemos malas mañas como la corrupción y aquí podemos decir que los hijos de Nicanor y Ercilia no tienen rabo de paja”, afirmó.
Los hijos de la mandataria, David Eduardo Gómez Boluarte y Daniel Felwig Gómez Boluarte, han evitado la exposición pública, pese a que el primero integra la Academia Diplomática Javier Pérez de Cuéllar. Sin embargo, la figura más visible de su entorno familiar ha sido su hermano Nicanor Boluarte, investigado por la Fiscalía por presuntamente liderar una red criminal que buscaba “perpetuarse en el poder y continuar con el control del aparato estatal”.
El caso, denominado ‘Waykis en la sombra’, involucra también a la propia presidenta, al exabogado Mateo Castañeda y a otros presuntos implicados, acusados de haber participado en el nombramiento de prefectos y subprefectos, quienes representan al Ejecutivo en las regiones.
Durante el proceso, el Ministerio Público presentó como sustento el testimonio de Víctor Torres, amigo de la familia, quien señaló que Nicanor operaba como “el poder en la sombra” dentro del gobierno. Según la tesis fiscal, el hermano presidencial daba directrices para designaciones en Lima, San Martín, Cajamarca, Apurímac, Cuzco, Puno, Ica y Junín.
Boluarte atraviesa su último año en el cargo con niveles de aprobación extremadamente bajos, que oscilan entre el 2 % y 3 % según encuestas nacionales. Su gestión ha estado marcada por cerca de 70 muertes durante la represión a las protestas tras la destitución de su antecesor, Pedro Castillo, además de investigaciones fiscales por la posesión de relojes de lujo, cirugías estéticas no comunicadas oficialmente y un supuesto encubrimiento al prófugo líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón.
Incidentes
El discurso de la presidenta avanzó entre incidentes e interrupciones protagonizados por parlamentarios, que rechazaron su presencia y las afirmaciones que hizo sobre el inicio de su gestión, tras la destitución de Castillo.
“Mi gobierno no tuvo paz ni tregua, desde un inicio enfrentamos una ofensiva violenta. La primera etapa de nuestra gestión estuvo marcada por una convulsión política, que provocó significativas pérdidas económicas para el país”, sostuvo.
Esto generó la protesta de legisladores de izquierdas, que recordaron a viva voz las decenas de víctimas mortales que dejó la represión de las protestas que se realizaron en el país tras el golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022.
La parlamentaria Ruth Luque fue la primera en interrumpir a la gobernante, mientras mostraba un cartel y una fotografía de una víctima de las protestas, mientras que el también parlamentario Jaime Quito mostró un cartel que decía “Dina, el pueblo te repudia”.
