Candy Palacios recibió seis meses de prisión preventiva mientras avanza la investigación en su contra por la presunta retención de la menor de dos años durante más de 24 horas. El caso, que provocó alarma en la familia, se encuentra en etapa preliminar, pero el testimonio de dos testigos clave aporta información que difiere de lo relatado por la cuidadora.
Según la investigación policial, Candy Palacios se mantuvo en contacto con la madre de la niña hasta las 09:00 de la mañana del lunes 21 de julio. Después de este último mensaje, inició su trayecto desde Ventanilla hasta El Agustino. Testigos afirman que llegó a la zona conocida como paradero Santoyo, en la cuadra 11 de la avenida Riva Agüero, e ingresó al Pasaje Central.
“A las 14:00 de la tarde aproximadamente llega mi prima Candy, llamó a mi pareja y le dijo que estaba yendo a mi cuarto y que le abra la puerta, cuando le dijo que ya estaba cerca mi pareja bajó a verla, pero no estaba mi prima y ella regresó nuevamente al cuarto diciendo que no estaba, pero nuevamente mi prima la llamó y le dijo que estaba cerca. Después de dos minutos bajó y la encontró”, se lee en la declaración del primo de la investigada e informó que le habían robado su celular.
Sin embargo, en la tarde, le preguntó a la joven si tenía permiso de la madre para llevar a la niña al domicilio, a lo que ella respondió que “sí”, argumentando que la visita era para recibir una encomienda de una amiga. Este argumento no convenció del todo: cuando la pequeña comenzó a llorar, se le sugirió que la devolviera a su familia.
“Me dijo que sí, que le había pedido permiso durante tres días, ya que iba a recibir una encomienda que su amiga le había enviado en la noche, aproximadamente. La niña empezó a llorar, entonces le dije que la lleve con su madre o su padre. Entonces me dijo “ya”, pero se durmió la niña hasta el día siguiente”, agregó en su testimonio.
Cabe recordar que, la trabajadora señaló que no volvió a casa porque le habían robado, pero estas declaraciones podrían determinar que tenía la intención de quedar más días con una de las gemelas que cuidaba.
Otro testigo, Leidy Gómez, señaló que Candy llegó asustada y mencionó el robo de su celular por parte de un hombre que huyó en moto. Tras perder el teléfono, intentó comunicarse con la madre de la niña por redes sociales, pero no logró contactarla. Durante la mañana siguiente, la niña volvió a llorar y nuevamente presionaron a Candy para que la devolviera.
Las declaraciones recogidas muestran contradicciones entre la versión de Candy Palacios y la que sostienen los testigos.
Prisión preventiva para niñera
La defensa de Palacios, Walter Chinchay, sostiene que la acusada actuó sin dolo y que el caso debe ser clasificado como sustracción de menor según las circunstancias, no como secuestro, y solicita una evaluación psicológica para la detenida. Además, consideró que la falta de una estrategia adecuada y de los documentos de arraigo complicó la situación legal de su defendida.
Por ahora, la investigación avanza con la revisión del material de las cámaras de videovigilancia de la Municipalidad de El Agustino, ubicadas cerca del domicilio en el que Candy permaneció con la menor.
En tanto, Palacios fue trasladada al penal del Callao, donde permanecerá hasta que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) defina su clasificación.
