¿Se puede reimplantar un diente en niños? El Minsa explica cómo actuar ante una caída

Según el Ministerio de Salud, una intervención oportuna no solo puede evitar la pérdida definitiva de una pieza dental, sino también prevenir complicaciones que afecten la salud bucal

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18/02/2019 Dientes de leche, dientes
18/02/2019 Dientes de leche, dientes de niño, boca de niño ESPAÑA EUROPA MADRID SALUD CEDIDA / COMPROMISO Y SEGURIDAD DENTAL

Las caídas, juegos intensos o la práctica de deportes sin protección bucal pueden ocasionar la pérdida de un diente, un accidente frecuente entre niños y adolescentes. Aunque se trata de una situación grave, el Ministerio de Salud (Minsa) indica que si el diente perdido es permanente, existe la posibilidad de reimplantarlo con éxito, siempre que se actúe con rapidez.

La Dirección de Salud Bucal (Dsabu) del Minsa enfatizó que, ante un traumatismo dental que cause la avulsión de un diente definitivo, lo principal es acudir cuanto antes a un establecimiento de salud. La atención inmediata puede permitir que el diente sea reinsertado por un especialista, restaurando su funcionalidad.

Cuando un menor sufre un golpe que provoca la caída de un diente permanente, los primeros minutos son clave. Lo recomendable es mantener la calma, ubicar el diente o sus fragmentos y recogerlo correctamente. Este debe ser tomado únicamente por la corona, evitando tocar la raíz para prevenir su contaminación o daño.

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Dientes de leche, salud dental, niños - Perú - 15 de marzo (Clínica Dental en Toledo)

Una vez recogido, debe enjuagarse con agua limpia sin frotar, y nunca se deben usar cepillos, jabones ni desinfectantes. Luego, es fundamental conservarlo en un medio húmedo. Las opciones sugeridas incluyen un vaso con leche o una solución fisiológica. Otra alternativa es colocar el diente dentro de la boca, entre las mejillas del niño, aunque esta opción se sugiere solo para niños mayores que puedan evitar tragárselo.

El traslado debe hacerse sin demora hacia el centro de salud más cercano. Ahí, el menor será atendido por un cirujano dentista y, dependiendo del caso, por un cirujano maxilofacial. Para que la reimplantación tenga altas probabilidades de éxito, lo ideal es que se realice en menos de una hora desde el accidente.

Las autoridades de salud advierten que no se debe guardar el diente en papel, servilletas o tela, ni dejarlo secar. Estas prácticas pueden deteriorar la pieza dental de forma irreversible, eliminando la posibilidad de reinsertarla.

Cabe precisar que este protocolo aplica exclusivamente a dientes permanentes, los cuales suelen aparecer a partir de los 6 años de edad. En caso de pérdida de un diente de leche, no debe intentarse su reimplantación, ya que podría afectar el desarrollo del diente definitivo. No obstante, es importante acudir al odontólogo para descartar lesiones en las encías u otras estructuras bucales.

Niños entre 3 y 9 años, los más expuestos a traumatismos dentales

Según datos de la Dirección de Salud Bucal, los menores con mayor riesgo de sufrir accidentes dentales se encuentran entre los 3 y 9 años de edad. Esta etapa se caracteriza por un alto nivel de actividad física, propio del desarrollo motor, lo cual aumenta las posibilidades de caídas y golpes.

Entre las principales causas se encuentran los juegos sin supervisión, las caídas dentro del hogar, el uso de bicicletas u otros vehículos sin medidas de seguridad, y la práctica de deportes sin protección bucal. Además, los niños que presentan malposiciones dentarias o protrusión de los incisivos también tienen mayor probabilidad de sufrir traumatismos.

Frente a este escenario, el Minsa exhortó a los padres y cuidadores a implementar medidas preventivas. Estas incluyen vigilar a los niños durante sus actividades, promover el uso de protectores bucales en deportes de contacto y asegurar que el entorno doméstico sea seguro.

La entidad sanitaria recordó que una intervención oportuna no solo puede evitar la pérdida definitiva de una pieza dental, sino también prevenir complicaciones que afecten la salud bucal a largo plazo. El seguimiento odontológico tras un golpe es necesario incluso cuando no hay pérdida visible del diente, ya que pueden existir daños internos.