
La migraña es mucho más que un simple dolor de cabeza. Se trata de un trastorno neurológico crónico que puede llegar a ser altamente incapacitante, afectando la calidad de vida de quienes lo padecen. En el Perú, según el Ministerio de Salud (Minsa), más del 12 % de la población adulta sufre de migraña, siendo más común en mujeres que en hombres. Por su parte, el Seguro Social de Salud (EsSalud) señala que los casos aumentan entre personas con altos niveles de estrés, malos hábitos de sueño y una alimentación desequilibrada. La migraña puede impedir que una persona trabaje, estudie o realice actividades cotidianas, debido a la intensidad de sus síntomas.
Si bien los medicamentos específicos como los analgésicos son una herramienta común para aliviar los episodios de migraña, muchas personas buscan alternativas naturales para complementar su tratamiento o reducir la frecuencia de los ataques. Existen remedios naturales que, usados de forma adecuada y bajo supervisión médica, pueden ayudar a aliviar el dolor y prevenir las crisis migrañosas.
10 remedios naturales para aliviar el dolor de la migraña

- Compresas frías: aplicar una bolsa de hielo o una compresa fría sobre la frente o la nuca puede disminuir la inflamación y reducir la intensidad del dolor. El frío actúa como un analgésico natural y es especialmente útil durante las primeras fases de la migraña.
- Infusión de kion: el kion tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Consumir una infusión de kion fresco puede aliviar las náuseas asociadas a la migraña y reducir el dolor. Algunos estudios lo comparan en efectividad con ciertos medicamentos antimigrañosos.
- Magnesio: las personas con migraña suelen presentar niveles bajos de magnesio. Este mineral ayuda a regular la función neuromuscular y la transmisión de señales nerviosas. Puede consumirse en suplementos o a través de alimentos como espinaca, nueces y semillas.
- Aceite esencial de lavanda: inhalar aceite de lavanda o aplicarlo diluido en las sienes puede reducir el estrés y relajar los músculos. Tiene propiedades calmantes que pueden disminuir la frecuencia y severidad de las migrañas.
- Técnicas de relajación y respiración profunda: la meditación, la respiración diafragmática y el yoga pueden ayudar a reducir el estrés, uno de los principales desencadenantes de la migraña. Practicarlas con regularidad puede prevenir crisis y aliviar el dolor cuando ya ha comenzado.
- Dormir bien y mantener horarios regulares: la falta de sueño o los cambios bruscos en los horarios de descanso pueden provocar migrañas. Dormir entre 7 y 8 horas diarias, mantener una rutina regular y evitar desvelos puede ser una medida muy efectiva.
- Evitar alimentos desencadenantes: algunos alimentos pueden activar las crisis, como el chocolate, el queso maduro, los embutidos, la cafeína en exceso y las bebidas alcohólicas. Llevar un diario de alimentos puede ayudar a identificar y evitar los factores que provocan migrañas en cada persona.
- Acupuntura: esta técnica de la medicina tradicional china consiste en insertar agujas finas en puntos específicos del cuerpo. Se ha demostrado que puede reducir la frecuencia e intensidad de las migrañas en algunas personas.
- Hidratación constante: la deshidratación puede desencadenar una migraña o empeorarla. Tomar suficiente agua durante el día, al menos 2 litros, es una medida simple pero eficaz para prevenir el dolor.
- Suplementos de vitamina B2: algunos estudios sugieren que la riboflavina o vitamina B2 puede reducir la frecuencia de las migrañas cuando se toma en dosis altas. Esta vitamina ayuda a mejorar el metabolismo energético de las células cerebrales.
Síntomas de la migraña

Los síntomas de la migraña pueden variar entre personas, pero los más comunes incluyen:
- Dolor de cabeza pulsátil, generalmente en un solo lado
- Náuseas y vómitos
- Sensibilidad a la luz (fotofobia) y al sonido (fonofobia)
- Aura visual (destellos de luz o puntos ciegos antes del dolor)
- Mareos o visión borrosa
Las crisis pueden durar desde unas pocas horas hasta varios días, y sus efectos pueden extenderse incluso después de que el dolor ha desaparecido, en una fase llamada “resaca de migraña”.