En medio de una reciente transmisión, Patricio Parodi rompió el silencio y apuntó directamente contra la producción de “Esto es Guerra”. Con una declaración encendida, el competidor acusó al programa de no asumir los costos de sus tratamientos médicos, a pesar de los años entregados al formato y las lesiones que ha acumulado.
Su reclamo, lanzado sin filtros, ha sacudido al público y ha despertado inquietud sobre las condiciones laborales que enfrentan los integrantes de uno de los realities más vistos del Perú.
Reclamos por terapias no cubiertas

El guerrero detalló que ha tenido que solventar de su propio bolsillo las terapias necesarias para tratar lesiones en el hombro y la rodilla. Con cifras en mano, explicó que realiza hasta tres sesiones por semana, lo que representa un gasto mensual de aproximadamente 1,300 soles. Esta rutina se ha mantenido durante al menos cinco años, lo que implica una inversión considerable que, según él, no ha sido asumida por la empresa.
“Mi cuerpo no tiene precio”, afirmó con seriedad, al momento de explicar por qué considera injusto que, pese a la exigencia física del show, no reciba el respaldo esperado para su recuperación. “A mí me pagan por sacarme la mugre en el programa, pero eso no significa que me regalen nada”, sostuvo. Su intervención generó un silencio tenso entre sus compañeros y dejó abierta la posibilidad de que otros participantes compartan la misma situación.
Un reclamo que representa a muchos

Parodi dejó en claro que su crítica no era un acto aislado ni una muestra de rebeldía individual. “Yo digo lo que todos piensan”, sentenció. Afirmó que el malestar es generalizado dentro del elenco, aunque pocos se atreven a manifestarlo.
“Todos tenemos el mismo riesgo”, señaló, subrayando que las exigencias físicas no distinguen entre veteranos y nuevos integrantes. En sus palabras, el desgaste es común y, por tanto, el respaldo debería ser igualitario. Sin embargo, hasta ahora, según indica, no ha visto una respuesta formal de la producción para cubrir los costos que implica la salud de sus figuras principales.
La incomodidad expresada en vídeo ha generado reacciones entre los seguidores del programa, quienes han manifestado su apoyo en redes sociales. Las declaraciones también han alimentado especulaciones sobre posibles fracturas internas en el equipo de producción y su relación con los participantes.
Un llamado directo a la producción

Durante su intervención, Parodi no evitó lanzar un pedido público: “Los invito a que me puedan pagar mis terapias, nada más”. El comentario, aunque con un tono ligero, tenía una carga directa y un reclamo que, hasta ahora, no había sido expuesto en televisión nacional.
En ese momento, sus compañeros intentaron calmar la tensión, pero Parodi mantuvo su posición firme. Aunque reconoció que no buscaba encabezar una “revolución”, sí destacó que era necesario hablar con franqueza sobre temas que, según él, se discuten en privado pero nunca se hacen públicos.
La frase “yo no estoy haciendo una revolución” se convirtió en tendencia, y muchos usuarios destacaron la valentía del competidor al evidenciar una problemática estructural. El impacto de su mensaje podría modificar la manera en la que el programa maneja las condiciones físicas de su elenco.
Inquietud sobre su futuro en el programa

El descargo de Parodi ha despertado dudas sobre las consecuencias que podría afrontar tras su declaración. En el medio televisivo, las críticas directas a la producción no siempre son bien recibidas, y más aún si provienen de figuras de larga trayectoria en el programa.
En redes, los seguidores del reality se preguntan si estas palabras podrían marcar el final de su participación o abrir un nuevo capítulo en su relación con el canal. Mientras tanto, el silencio de la producción alimenta la expectativa.
Hasta el momento, no se ha emitido un pronunciamiento oficial, pero el tema se ha instalado en la conversación pública. Patricio Parodi, por su parte, se ha convertido, una vez más, en el protagonista de una situación que trasciende las competencias y plantea interrogantes sobre los límites del entretenimiento físico en televisión abierta.